BRUSELAS. Este aplazamiento del ETS del transporte por carretera, edificios y pequeñas industrias a 2028, no afecta a los requisitos de seguimiento, notificación y verificación en el marco del RCED 2 (régimen de comercio de derechos de emisión), que han comenzado según lo previsto en 2025, ha subrayado la Comisión Europea.
Este asunto forma parte de un acuerdo mayor alcanzado por el Parlamento Europeo y los Estados miembro de reducir el 90% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2040.
Tras este acuerdo provisional, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE tendrán que adoptar formalmente el texto. Posteriormente, la modificación de la Ley Europea del Clima se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor.
La Comisión acoge con satisfacción el acuerdo político provisional alcanzado anoche entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros de la UE sobre este objetivo principal y la modificación de la Ley del Clima de la UE.
El acuerdo también incluye la posibilidad de utilizar créditos internacionales de alta calidad para alcanzar el 90% de reducción de las emisiones de GEI para 2040, en comparación con los niveles de 1990, con una contribución adecuada de hasta el 5%.
El objetivo climático acordado garantiza una trayectoria clara y constante hacia una economía europea descarbonizada de aquí a 2050. Proporciona seguridad a los inversores y las empresas para impulsar la transición limpia, la competitividad industrial, la seguridad energética y la independencia de la UE.
A nivel internacional, la UE está demostrando su firme compromiso con la consecución del Acuerdo de París y su liderazgo como socio pionero y fiable en la acción mundial por el clima.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado: “Hoy, la UE está demostrando su firme compromiso con la acción por el clima y el Acuerdo de París. Un mes después de la COP30, hemos convertido nuestras palabras en acción, con un objetivo legalmente vinculante de reducción de emisiones del 90% para 2040”.
“Tenemos una dirección clara hacia la neutralidad climática. Y un plan pragmático y flexible para hacer que la transición limpia sea más competitiva”, añadió von der Leyen.