Determinación, pero también cautela. Voluntad de adaptación para poder seguir prestando un servicio esencial, pero gran preocupación por las consecuencias y la fragilidad de la actividad que deja la DANA después de un año. Moderado optimismo, pero también cierta hartura por no poder disfrutar todavía de todas las ayudas prometidas.
VALENCIA. En esta compleja situación se encuentra el sector del transporte por carretera después de 365 días desde aquel 29 de octubre de 2024.
Todas las asociaciones profesionales consultadas por Diario del Puerto con motivo de este primer aniversario de la DANA coinciden en una cosa: después de un año, todavía quedan heridas por cerrar y todavía queda mucho por hacer para poder retomar el pulso con el que latía el sector antes del 29-O, a pesar de que se ha avanzado bastante en algunos capítulos como la recuperación de infraestructuras.
Sólo tres de cada diez empresas prevén mejorar su rentabilidad en los próximos meses
La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) reconoce que las expectativas de recuperación son moderadas: la mayoría de las empresas sitúan su nivel de confianza entre un 5 y un 6 sobre 10, y sólo tres de cada diez prevén mejorar su rentabilidad en los próximos meses. “Pese a todo, el compromiso con la actividad y con la sociedad valenciana sigue siendo total”, tal y como afirma a este Diario Carlos García, secretario general de la patronal.
Los días siguientes a la DANA fueron especialmente complicados y dolorosos. Muchos profesionales tuvieron problemas para localizar sus vehículos, acceder a campas o instalaciones de sus empresas anegadas por el barro, y tramitar las ayudas ante el Consorcio de Compensación de Seguros.
Además, las restricciones de circulación y los cortes de carreteras dificultaron la vuelta a la normalidad, ralentizando tanto la actividad económica como la recuperación de las empresas.
EN DESTACADO
Carlos García
Secretario general de la FVET
“Es necesario consolidar y ampliar las ayudas directas a las empresas del sector, incluyendo también a aquellas que, aunque no tengan sede en los municipios oficialmente declarados zona catastrófica, se vieron gravemente afectadas en su actividad”
“La situación, aunque ha mejorado en algunos aspectos, sigue siendo compleja. Muchas empresas sufrieron pérdidas económicas enormes y, lo más doloroso, hubo vidas humanas que se perdieron”, recuerda Dulsé Díaz, secretario general de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM).
En este mismo análisis coincide Víctor González, presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa): “A nivel operativo, y sin olvidar lo doloroso de las pérdidas humanas, los primeros días nuestro trabajo fue muy precario, sobre todo porque muchos de nuestros asociados salieron a trabajar a pesar de que tenían una situación personal límite. Los talleres tampoco estaban operativos, por lo que tampoco se podían realizar reparaciones, y las que se podían hacer no sabíamos cómo se podrían financiar; y eso sin olvidar los cientos de camiones declarados como siniestro total”.
Según Fetransa, entre un 10 y un 15% de sus asociados se encontraban en una situación de afectación total. No obstante, “los primeros días nuestros costes se dispararon, y aún así salimos a trabajar por ayudar y por solidaridad con la gente”.
Ayudas que no llegan
Aunque ese 29 de octubre de 2024 sigue estando muy presente en la mente de los miles de transportistas afectatos, lo cierto es que todos miran hacia el futuro y demandan prepararse ante posibles situaciones similares que se den en el futuro, y para eso es imprescindible que lleguen todas las ayudas prometidas.
EN DESTACADO
Víctor González
Presidente de Fetransa
“¿Las ayudas han venido bien? Sí. ¿El Consorcio de Compensación de Seguros ha ayudado? Sí, aunque esos desembolsos nunca van a cubrir el coste total de todo lo que han perdido las empresas de transporte de mercancías por carretera”
En ese sentido, la FVET considera necesario “consolidar y ampliar las ayudas directas a las empresas del sector, incluyendo también a aquellas que, aunque no tengan sede en los municipios oficialmente declarados zona catastrófica, se vieron gravemente afectadas en su actividad o en su flota”, una reivindicación en la que coinciden tanto Fetransa como la CETM. Igualmente, “es fundamental finalizar el pago de las indemnizaciones pendientes del Consorcio de Compensación de Seguros”, demanda Carlos García.
Las pocas ayudas establecidas han empezado a llegar, aunque con importantes retrasos, coinciden las patronales. El anuncio de las subvenciones directas de 18.000 euros por vehículo pesado ha supuesto un avance, “pero sólo en el caso de los vehículos totalmente siniestrados, sin tener en cuenta los dañados, ni, en definitiva, las graves pérdidas producidas por la limitación de la actividad durante muchas semanas”.
EN DESTACADO
Dulsé Díaz
Secretario general de CETM
“Consideramos imprescindible que las ayudas estatales contemplen a los vehículos de mayor tonelaje, que suponen una inversión muy elevada y cuya reparación o sustitución representa un coste inasumible para muchas empresas”
Las principales dificultades para acceder a estas ayudas se centran en la complejidad administrativa, la falta de cobertura para algunas tipologías de empresas y los plazos de resolución. “Desde la FVET seguimos reclamando ayudas directas del Gobierno de España, que no han sido concedidas a las empresas de transporte pese a haberlas reconocido a otros sectores afectados por la DANA”, denuncia Carlos García.
“Nos hubiera gustado que las ayudas fueran más ágiles, menos farragosas y más cuantiosas”, lamenta Víctor González, que no obstante pone en valor el papel realizado por las asociaciones profesionales a la hora de asesorar a los afectados e incluso poner a su servicio toda la infraestructura de las federaciones para que todos los transportistas pudieran acceder a esas ayudas. “Cuando hablamos que ha sido todo muy desigual, hay que tener en cuenta que cada una de las situaciones son diferentes”, matiza González. “¿Las ayudas han venido bien? Sí. ¿El Consorcio ha ayudado? Sí, aunque nunca va a cubrir el coste total ni el valor del vehículo en el momento de la catástrofe”.
El anuncio de las subvenciones directas de 18.000 euros por vehículo pesado ha supuesto un avance, aunque están limitadas a los vehículos totalmente siniestrados
Dulsé Díaz incide en que las ayudas no pueden limitarse a las empresas domiciliadas en las zonas siniestradas, ya que muchos vehículos de otras regiones también se encontraban operando en los puntos más afectados. “También consideramos imprescindible que las ayudas estatales contemplen a los vehículos de mayor tonelaje, que suponen una inversión muy elevada y cuya reparación o sustitución representa un coste inasumible para muchas empresas”, denuncia.
EL DATO
9 millones
euros. Tras el 29 de octubre, cientos de camiones fueron declarados como siniestro total y varios miles quedaron paralizados durante semanas. Según la FVET, esta situación supuso pérdidas directas superiores a los nueve millones de euros y obligó a suspender temporalmente la actividad en muchas operativas.
Por otro lado, “las indemnizaciones del Consorcio de Compensación de Seguros no cubren el valor real de los vehículos siniestrados, y todavía hay muchas empresas y autónomos que no han recibido las cantidades correspondientes, lo que agrava aún más su situación”, asevera Díaz.
Planes de emergencia y zonas logísticas preparadas para las inclemencias meteorológicas, principales reivindicaciones
Para poder asegurar el mantenimiento de su actividad, el sector del transporte terrestre no sólo reclama la llegada de las ayudas prometidas y de nuevas líneas de financiación, sino que a nivel operativo reclama a las Administraciones Públicas nuevas medidas. Estas son sus reivindicaciones más importantes que las principales asociaciones ponen encima de la mesa.
La FVET pide la creación de un plan de emergencia coordinado que establezca medidas de prevención y respuesta para garantizar el mantenimiento del suministro en futuras crisis. “Este plan debería contemplar actuaciones como la habilitación de corredores exclusivos para vehículos pesados o la ampliación de las franjas horarias de circulación durante episodios críticos”, afirma Carlos García, secretario general.
Asimismo, es partidaria de definir una hoja de ruta que contribuya a fortalecer la estabilidad y la resistencia del transporte frente a fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes. En este contexto, “resulta prioritario avanzar en la mejora y modernización de las infraestructuras viarias y logísticas, especialmente en las zonas más vulnerables, y contar con un mayor apoyo estatal que refuerce la coordinación y la dotación de recursos ante emergencias climáticas de esta magnitud.”
Por su parte, Fetransa demanda la habilitación de nuevas zonas de estacionamientos de camiones elevadas, con sistemas de protección como barreras antiriadas y planes de limpieza de zonas próximas para minimizar daños a los vehículos estacionados.
También pide la puesta en marcha de nuevos cinturones periféricos, “ya que se ha evidenciado que la actual AP-7 no es suficiente para gestionar el tráfico pesado de la provincia de Valencia y de toda la Comunitat Valenciana. Asimismo, es necesario poner en marcha un nuevo acceso al recinto portuario para descongestionar infraestructuras como la citada AP-7, la A-3 o la V-3o”, adelanta Víctor González.
Por último, Fetransa es partidaria de abrir un debate para “repensar el desarrollo de zonas industriales y logísticas como las de las localidades de Riba-roja, Aldaia, Alaquás o Quart de Poblet, en la medida en que haya posibilidad de reubicarlas o de instalar sistemas de protección”.
Reconstrucción de infraestructuras a contrarreloj. La DANA impactó de forma directa en numerosas infraestructuras. Una de las más afectadas y que afectó de manera notable a las empresas de transporte de mercancías por carretera fue la A-7, sobre todo su tramo al sur de la A-3. En menos de un mes, el Ministerio de Transportes ponía en servicio un desvío provisional a la altura de la localidad de Quart de Poblet, recuperando la conexión con la A-3 y reactivándose la funcionalidad del “bypass”, unos trabajos que requirieron una inversión de 12,6 millones de euros. Desde entonces, y mientras se ha estado utilizando este desvío, se ha seguido trabajando en una nueva estructura definitiva. A fecha de hoy, las obras de reconstrucción de las estructuras se encuentran muy avanzadas, por lo que el Ministerio de Transportes espera que en breve podrá restituirse el tráfico por el trazado original.
Dos meses para recuperar la conexión ferroviaria para mercancías entre Valencia y Madrid. La conexión ferroviaria directa entre el Puerto de Valencia y Madrid fue una de las infraestructuras ferroviarias más afectadas por la DANA. No obstante, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de Adif, logró poner en servicio esta infraestructura en diciembre del pasado año. Después de la riada, algunos tráficos de mercancías con origen y/o destino Valencia fueron desviados por rutas alternativas, fundamentalmente vía Tarragona. La recuperación de esta infraestructura permitía que los tráficos de mercancías que circulan entre el centro peninsular y las terminales logísticas del ámbito del Puerto de Valencia (Fuente de San Luis, el propio recinto portuario de Valencia, Sagunto o la zona logística de Silla), así como los que se dirigen al Corredor Mediterráneo, recuperaran su ruta habitual y más directa.