Valencia. La profesión de transportista profesional no encuentra relevo en las nuevas generaciones. Esta es una situación en la que coinciden tanto asociaciones empresariales como sindicales. Las diferencias llegan a la hora de analizar las causas y las posibles soluciones.
Hoy en día, en España hay alrededor de 20.000 vacantes de conductores profesionales por cubrir, según los estudios realizados por diversas asociaciones y patronales. Por ello, la convocatoria de una huelga general convocada por CCOO y UGT reclamando el derecho de los conductores profesionales a acogerse a la jubilación anticipada no ha sido bien recibida por la Confederación Española de Transporte de Mercancías, (CETM), principal patronal del sector.
Dulsé Díaz, secretario general adjunto de CETM, advierte que “si de la noche a la mañana se implementara una jubilación anticipada, se provocaría un caos en el sector”, ya que el 61,46% del total de conductores que cuentan con un permiso C+E tienen 5 o más años. Díaz reconoce la “penosidad y dureza” de la profesión, y recuerda que el Gobierno está revisando la normativa que determina qué profesiones y en qué condiciones puedan abordar una jubilación anticipada. “Somos partidarios de esperar a ver qué se va a proponer antes de convocar un paro. Ahora mismo faltan conductores, por lo que hay que ser muy cuidadosos a la hora de proponer este tipo de medidas”, advierte.
Para Díaz, la prioridad es “ver la manera de que, antes de que salga gente de la profesión, atraerla, y hacerlo de manera coordinada” entre empresas, sindicatos y administración, y se pregunta cómo y en qué condiciones debería ponerse en marcha esta medida. “Debe incluir plazos y contraprestaciones para incorporar a gente joven”, pide.
Ahí es donde radica el quid para dar solución a esta problemática. Los sindicatos no comparten el análisis de las razones por las que no hay garantías de ese relevo generacional. “Esa escasez no se debe a que no haya personas aptas, sino que no hay personas dispuestas a ser explotadas realizando esta actividad. Ahora hay más de 100.000 personas, según datos estatales, que podrían ejercerla”, tal y como afirma Francisco Vegas, responsable de Carretera y Logística de CCOO. “Las condiciones laborales van más allá del salario, hay que lograr que la profesión sea atractiva, y creemos que la jubilación anticipada sería un plus”, asevera.
Víctor González, presidente de Fetransa, recalca que “esa jubilación anticipada podría ser un reclamo para hacer más atractiva la profesión”. No obstante, González pide a los sindicatos concreción en la medida, “ya que desconocemos si están por la labor de incluir a los transportistas autónomos en sus reivindicaciones”.
Así y todo, el presidente de Fetransa ve “complicada” la implementación de la medida a corto plazo “porque faltan conductores, por un lado, y porque somos un servicio esencial que necesita de mano de obra y necesita que su actividad no pare”.
Uno de los argumentos que esgrimen los sindicatos en su reivindicación es el incemento de la siniestralidad en la carretera asociada al aumento de la edad de los conductores. Según Francisco Vegas, “los transportistas, con la edad, sufren grandes secuelas, además de aumentar las posibilidades de peligro en las carreteras y sufrir el abandono prematuro de la profesión por incapacidad”, un análisis que comparte, en esencia, Víctor González, que recalca que “estamos ante un sector envejecido y que sufre cierta penosidad”.
Por contra, Dulsé Díaz recuerda que “los datos de siniestralidad del sector no aumentan”, y pone en valor la “experiencia de los conductores más veteranos y los sistemas de seguridad de los vehículos”, además de la “formación en materia de conducción eficiente y segura que realizan las empresas”.
“Si de la noche a la mañana se implementara una jubilación anticipada, se provocaría un caos en el sector”
“Las condiciones laborales van más allá del salario, hay que lograr que la profesión sea atractiva, y creemos que la jubilación anticipada sería un plus”
“Es complicado que se implemente la medida a corto plazo, porque faltan conductores y porque somos un servicio esencial que necesita de mano de obra y que su actividad no pare”
Según los datos disponibles en la web de la Dirección General de Tráfico (DGT), en España existían en el año 2023 un total 548.526 licencias de conducción de tipo C, y 836.494 de tipo C+E. La mayor franja de edad en el primer tipo de licencias es la comprendida entre los 45 y 49 años. En el caso de los permisos C+E, la mayor franja de edad se encuentra entre 50 y los 54 años. En el caso de los permisos del tipo C, a partir de los 50 años se contabilizan un total de 223.171 licencias (un 40,68% del total), mientras que en el caso de los permisos C+E, el número de licencias a partir de los 50 años llega a las 514.165 (un 61,46% del total).
CCOO y UGT han anunciado la convocatoria de una huelga general en el sector del transporte por carretera para la segunda quincena de octubre ante lo que denuncian como “bloqueo sistemático del adelanto de la edad de jubilación de los conductores por parte de las distintas patronales y del Gobierno”. Los sindicatos demandaron ya en 2011 la aplicación de coeficientes reductores para personas conductoras de vehículos pesados.
Los representantes de los trabajadores denuncian que el acceso a la jubilación parcial se condiciona a la aceptación empresarial “cuando se trata de un derecho propio de la persona trabajadora y además se sobrecarga desde el 2011 con un sobrecoste de seguridad social a la empresa, que debe pagar la seguridad social del jubilado parcial, y de la persona que lo releva”.
UGT y CCOO recuerdan, por otro lado, que existen “numerosas resoluciones aprobadas en el Congreso de los Diputados” solicitando la jubilación anticipada de los conductores profesionales “aprobadas por mayoría”, y lamenten que “se hayan quedado en meras resoluciones declarativas”.
Los sindicatos piden, por tanto, “el reconocimiento patronal de la penosidad y peligrosidad de la profesión y la inmediata aplicación por ley de coeficientes reductores a la edad de jubilación”, así como que se contemple por convenio “una jubilación parcial con contrato de relevo, voluntaria para la persona conductora que pueda acumular de forma seguida el porcentaje que tiene que trabajar y en su lugar entre una persona joven”.
El Ministerio de Seguridad Social lleva trabajando desde comienzos de año en un borrador que regule y determine un procedimiento general que permita establecer coeficientes reguladores para anticipar la edad de jubilación en algunas profesiones o actividades. Dicho documento no define qué profesiones abarcaría, aunque desde la patronal Fenadismer afirman que la de conductor profesional sería una de las que se barajan. Ahora mismo hay profesiones que pueden anticipar su jubilación hasta 10 años con la aplicación de estos coeficientes reguladores. En cualquier caso, no antes de los 52 años, y con excepciones.
Tampoco se define los baremos que determinarían que una profesión sea penosa, peligrosa, tóxica o insalubre. Uno de los índices que se barajan es el de la siniestralidad en cada actividad, accidentes de trabajo con resultado de baja, muerte... “El transporte por carretera, junto con la construcción y las actividades agrarias y ganaderas es uno de los trabajos que más fallecidos causa y bajas”, recuerdan desde Fenadismer.
Otro índice puede ser el coste que para la Seguridad Social suponen las bajas y tratamientos de los trabajadores de cada grupo en comparación con los demás grupos. Para hacer frente a este aumento de la prestación de estos trabajadores, la propuesta es que se aumente su cotización durante sus años en activo, que pagarían entre la empresa y el trabajador o solo el autónomo, en su caso.
Entre las profesiones que ahora se benefician de esta jubilación anticipada están los trabajadores ferroviarios, el personal de vuelo de trabajos aéreos, artistas, toreros, bomberos, los mineros, los ertzainas y las policías locales.
La convocatoria de estas movilizaciones se producen en medio de las negociaciones que tanto sindicatos como patronal están llevando a cabo del III Acuerdo General. Tanto representantes de los trabajadores como asociaciones empresariales reconocen a este Diario que las conversaciones siguen abiertas, pero se encuentran en estos momentos en punto muerto. “Una de las cuestiones que tenemos encima de la mesa en estos momentos es la posibilidad de la jubilación anticipada, aunque la receptividad de la patronal es nula, tanto en este tema como en muchos otros”, afirma Francisco Vegas, de CCOO, que lamenta el haber recurrido a la mediación de la Dirección General de Trabajo para impulsar las negociaciones. Dulsé Díaz, de CETM, afirma que las negociaciones siguen paralizadas. Aunque pone en valor “nuestras relaciones fluidas con los sindicatos”, se espera poder mantener en breve reuniones que posibiliten el desbloqueo de la situación.