Estados Unidos es uno de los principales mercados del sector azulejero. La incertidumbre generada por la imposición de aranceles por parte de Donald Trump ha sumido en la incertidumbre a la industria, una inseguridad que se traslada al sector de la carretera.
VALENCIA. Situación más o menos estable, con un primer semestre de recuperación y con unos meses de junio y julio de menor actividad. Esta es la sensación con la que trabajan las principales asociaciones de empresas de transporte de carretera con un alto nivel de actividad relacionada con la industria cerámica.
Tanto Lorena Ballester, vicepresidenta de FVET-Puerto, como Lara San Miguel, secretaria general de ACTM, reconocen que aún es pronto para conocer el impacto real de esa política arancelaria, pero no niegan que en los próximos meses pueda afectar a la actividad industrial, sobre todo porque hay que tener en cuenta la evolución de países competidores como India, China o Italia.
A las empresas transportistas no les queda otra que adaptarse. “Cuando merman los picos de actividad, nos centramos en buscar la rentabilidad, ajustando los recursos para poder continuar operando ante una disminución del volumen de operativas y unos costes que a día de hoy siguen aumentando”, afirma Lorena Ballester.
En similares términos se pronuncia Lara San Miguel, que incide en que “nuestras empresas han aguantado con sacrificio, diversificando nuevos servicios y buscando nuevos clientes, aunque la disminución de la demanda ha afectado a su rentabilidad, de por sí ajustada. Hemos optimizado rutas y consolidado cargas, además de abrirnos a nuevos mercados tanto nacionales como internacionales”.
El transporte por carretera teme que los aranceles afecten al comercio internacional de productos cerámicos
Colaboración
Pero, tal y como reconocen ambos líderes sectoriales, el trabajo no debe venir únicamente de las empresas de transporte, y para ello piden la colaboración de la industria cerámica.
Para San Miguel “es fundamental acortar los tiempos de espera en los centros de carga y descarga, ya que a nuestras empresas y trabajadores les supone perder mucho tiempo, dinero y por lo tanto rentabilidad”, algo directamente relacionado con “mejorar el trato a los conductores”.
EN DESTACADO
Lorena Ballester
Vicepresidenta de FVET-PUERTO
Cuando merman los picos de actividad, nos centramos en buscar la rentabilidad, ajustando los recursos para poder continuar operando ante una disminución del volumen de operativas y unos costes que a día de hoy siguen aumentando”
Lara San Miguel
Secretaria general de ACTM
“Es fundamental acortar los tiempos de espera en los centros de carga y descarga, ya que a nuestras empresas y trabajadores les supone perder mucho tiempo, dinero y por lo tanto rentabilidad”
Asimismo, la secretaria general de la ACTM demanda a los cargadores que tengan en cuenta “el impacto que puede tener sobre los costes de explotación” la implementación de la nueva normativa de pesos y dimensiones. “Diversos estudios revelan que su puesta en marcha supondría un aumento medio de los costes por vehículo en euros/km superior al 10% debido al mayor número de toneladas transportadas”, advierte.
Por otro lado, también demanda una mejoría de las infraestructuras y de sus departamentos logísticos “para que los plazos de entrega se cumplan”.
Por su parte, Lorena Ballester coincide en que “además de cumplir la normativa vigente, resulta fundamental que nuestros transportistas dispongan de unas buenas condiciones de trabajo para realizar sus operativas y que se desarrolle una infraestructura óptima para garantizar que la cadena logística del sector cerámico funcione y sea competitiva.
No obstante, la presidenta de FVET-Puerto rompe una lanza a favor de la industria azulejera: “El sector azulejero ha respetado la cláusula de revisión de precios del combustible y los pagos por los tiempos de paralización, normativas vigentes desde hace tiempo”.