MADRID. Volvo Trucks ha alcanzado los 5.000 camiones eléctricos vendidos en todo el mundo. La compañía ofrece estas unidades desde 2019 y, desde entonces, clientes en 50 países han dado el salto al transporte eléctrico, recorriendo cerca de 170 millones de kilómetros en operaciones comerciales.
Estos camiones han contribuido a reducir las emisiones de CO₂ y los niveles de ruido en el tráfico, además de mejorar el entorno laboral para los conductores.
“Es gratificante ver que las empresas de transporte siguen adoptando los beneficios de los camiones eléctricos en una amplia variedad de segmentos”, comenta Roger Alm, presidente de Volvo Trucks.
“Los camiones eléctricos de baterías de Volvo están disponibles aquí y ahora, ofreciendo a nuestros clientes y operadores de transporte una alternativa más sostenible y rentable. Muchos de nuestros clientes vuelven a nosotros para ampliar sus flotas eléctricas”, añade.
La gama actual de camiones eléctricos de Volvo está diseñada para cubrir las necesidades de la distribución urbana y regional, así como los segmentos de construcción y recolección de residuos.
Los cinco principales mercados de Volvo para camiones eléctricos son Alemania, Países Bajos, Estados Unidos, Noruega y Suecia.
La temprana incursión de Volvo en el segmento de camiones eléctricos le ha permitido desarrollar un conocimiento único en transporte con cero emisiones por escape.
Los beneficios de estos camiones van más allá de lo medioambiental: los conductores experimentan un entorno de trabajo notablemente mejor, con niveles mucho más bajos de ruido y vibraciones. Volvo también ha desarrollado experiencia en la optimización del uso de la energía instalada, financiación, carga y mantenimiento de camiones eléctricos.
Volvo Trucks lidera la descarbonización del transporte para alcanzar su objetivo de cero emisiones netas para 2040, mediante una estrategia tecnológica de tres vías.
Este enfoque se basa en camiones eléctricos con baterías, eléctricos con pila de combustible, y motores de combustión que funcionan con combustibles renovables como el hidrógeno verde (producido mediante la separación del agua con electricidad renovable), biogás (Bio-GNL), biodiésel y HVO (aceite vegetal hidrotratado).