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Cuando la tecnología va más rápida que la formación logística

  • Última actualización
    15 mayo 2023 10:59

Raúl Tárrega

Hace ya un tiempo que la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la nube, la automatización, la realidad aumentada, la Inteligencia Artificial, el blockchain y el análisis de grandes datos ha influido en el capital humano del sector logístico. Según un estudio elaborado por el Center For Innovation in Transport (CENIT), el mayor impacto en el día a día de las empresas provendrá de las tecnologías inalámbricas y aquellas encargadas de gestionar datos. La combinación de éstas dará lugar a maquinaria autónoma y modelos predictivos que permitirán una mayor eficiencia en la capacidad operativa de empresas y puertos.

Si bien la tecnología va a tener un papel cada vez más predominante, no podemos olvidar que la parte humana seguirá siendo fundamental. Para poder dar respuesta a estos retos, se va a requerir una alta cualificación que llegará de la formación profesional especializada. En 2021, en el marco del proyecto YEP MED (Youth Employment in Ports of the Mediterranean), la Fundación Valenciaport publicó el “Estudio sobre perfiles profesionales requeridos por las empresas de la comunidad portuaria de Valencia” donde participaron 81 empresas del sector. Una de las conclusiones del trabajo es que se hacía patente la necesidad de contar con perfiles profesionales adaptados a las nuevas tecnologías.

Además, y aunque el grueso de los perfiles profesionales más demandados por las empresas logísticas mantiene un muy largo recorrido, hay que hacer puntualizar también que la mayor parte de ellos están atravesando un importante proceso de transformación que va a ir acelerándose a lo largo de los próximos años como consecuencia de los retos digitales y tecnológicos. Los objetivos de estos puestos de trabajo pueden ser, en efecto, similares a los de hace una o dos décadas. Ahora bien, los contenidos y el modo de trabajar están variando significativamente como consecuencia de la transformación digital.

Respondiendo a la disrupción

El estado de la tecnología, y la velocidad de la evolución en cuanto a sus capacidades, son muy superiores a la capacidad y disponibilidad de empresas y personal para adaptarse al cambio en todo su potencial. Además, serán necesarias evoluciones básicas en los procesos operativos y los sistemas o plataformas de soporte para que las tecnologías disruptivas pueden producir un salto cuántico que tenga una adopción generalizada en el sector logístico.

Poco a poco, las empresas del sector utilizan la analítica de datos para sus decisiones, abarcando los ámbitos del tiempo real para la gestión logística de la mercancía, pero también el ámbito estratégico interno, sobre todo en lo relativo a la calidad de servicio al cliente y la competitividad de dicho servicio.

No hay que desechar tampoco otro requisito clave sin el cual no habrá una verdadera revolución digital en el sector logístico, como lo es la interoperatividad entre sistemas y plataformas. “En estos momentos, el ecosistema existente es una autentica Torre de Babel que necesita democratizarse y alinearse con tecnologías como la computación en la nube, las arquitecturas orientadas a microservicios de datos, o la disponibilidad en las mismas de mecanismos automáticos de intercambio de datos”, tal y como adelanta a Diario del Puerto Publicaciones Óscar Pernía, socio fundador y director técnico de NextPort.

Sobre esta base digital, la automatización tanto de procesos como de decisiones tomará una dimensión más tangible, y tal vez revolucionaria, al hacer estos procesos más autónomos, algo que ya se está viendo en la gestión de la última milla, aunque no hay que perder de vista que la tecnología que está llamada a producir la disrupción más diferencial es la inteligencia artificial, en cuanto a su capacidad de aprender de las acciones pasadas y de poder anticipar las decisiones futuras.

En ese sentido, en cuanto a patrones repetitivos y de aprendizaje -de los que ya hay algún ejemplo en el sector logístico-, la combinación de transformación digital e inteligencia artificial habilitará un salto cuántico y la aparición de nuevas ofertas digitales basadas en datos y posiblemente nuevos modelos de negocio. Un modelo ya explorado en sectores similares en movilidad como Uber.

La conclusión, por tanto, es que esas nuevas tecnologías van a convertirse en una herramienta fundamental del día a día del sector logístico. La cuestión es saber si sus profesionales están preparados y, sobre todo, si hay formación que pueda suplir esas necesidades.

Adaptación a la carrera, aunque incompleta

Los ciclos de generación de nuevas tecnologías cada vez son más cortos, donde éstas quedan obsoletas rápidamente y son reemplazadas por otras más avanzadas, tal y como reconocen a Diario del Puerto Publicaciones Susana Val, directora de Zaragoza Logistics Center; y Mar Monzó, técnica de Formación de la Fundación Valenciaport.

En un momento en que la llegada de la Inteligencia Artificial va a determinar un avance exponencial en esta materia, se hace necesario que los centros de formación “sean muy ágiles y flexibles, cualidades que por la propia estructura organizativa y burocrática no siempre es posible”, asegura Susana Val; una idea reforzada por Mar Monzó, que incide en que “hemos de estar preparados para adaptar nuestra oferta y mantenerla actualizada constantemente para poder satisfacer las necesidades de las empresas y contribuir a su competitividad”. Monzó advierte, asimismo, que “sólo aquellos centros que estén ligados a hubs de innovación podrán estar preparados para atender las necesidades a nivel global”.

Los centros formativos, por tanto, se han tenido que adaptar casi a la carrera para poder seguir el ritmo de llegada y aplicación de estas nuevas tecnologías a las empresas y, consecuentemente, poder responder a las necesidades de éstas en la materia.

Por ejemplo, en el caso de la Fundación Valenciaport, se ha apostado por la búsqueda de sinergias, con el trabajo conjunto de los departamentos de Formación e Innovación, con el objetivo de poder adaptar la oferta formativa a las necesidades reales del sector, impartiendo desde cursos especializados en digitalización, automatización, descarbonización, conectividad, monitorización e inteligencia artificial en la gestión del transporte y la logística, hasta la inclusión de estos contenidos en acciones de más calado, como el máster en “Gestión Portuaria y Transporte Intermodal” y en el máster en “Logística y Gestión Portuaria”, avalados por la Universidad Politécnica de Valencia.

Camino parecido ha seguido la Universidad Católica de Valencia con su máster en “Derecho Marítimo y Gestión Económico-Estratégica de la Empresa Marítimo-Portuaria”. “La Universidad está constantemente adaptando toda su formación a las nuevas demandas sociales, y en lo que tienen que ver con la aplicación de las nuevas tecnologías se están ofertando incluso títulos nuevos como, a nivel de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales, el de Experto en Derecho Digital, centrados en esas nuevas tendencias digitales y tecnológicas. En relación con el máster de Derecho Marítimo y la materia que se estudia, actualizamos el contenido de los módulos del máster constantemente e incluso a lo largo del curso organizamos actividades paralelas para actualizar esos contenidos, y que este curso académico, por ejemplo, se están centrando en la cuestión de las nuevas tecnologías porque es una de las cuestiones que más preocupa o que más interés despierta en este momento”, asegura Enrique Badimón, director del Máster.

Según Badimón, “hemos sido capaces durante nuestros años de existencia de saber adaptarnos a los cambios y ofrecer, en este caso a las empresas, lo que necesitan. Entiendo que, si el éxito de las empresas del sector depende del conocimiento que tengan en materia de nuevas tecnologías las personas que interactúan en él, y este es un sector en auge, lo es porque estas personas reciben la formación necesaria, y en ese sentido la oferta formativa pienso que es buena”. No obstante, matiza: “Eso no significa que lo que hoy es bueno, puede que, con lo acelerado de la evolución de la sociedad, mañana lo sea. La oferta formativa requiere de una actualización continua para seguir siendo válida”.

EN DESTACADO
Susana Val
Directora de Zaragoza Logistics Center

“Hemos de estar preparados para adaptar nuestra oferta y mantenerla actualizada constantemente para poder satisfacer las necesidades de las empresas y contribuir a su competitividad”

EN DESTACADO
Óscar Pernía
Socio fundador y director técnico de NextPort

“La oferta formativa en tendencias digitales no son lo suficientemente prácticas, ya que se estructuran con respecto a casos de uso prácticos que no tienen una traslación tangible a lo que los alumnos de dichos programas están demandando”

EN DESTACADO
Mar Monzó
Técnica de Formación de la Fundación Valenciaport

“Sólo aquellos centros que estén ligados a hubs de innovación podrán estar preparados para atender las necesidades a nivel global”

EN DESTACADO
Enrique Badimón
Director del Máster en Derecho Marítimo y Gestión Económico-Estratégica de la Empresa Marítimo-Portuaria de la UCV

“Eso no significa que lo que hoy es bueno, puede que, con lo acelerado de la evolución de la sociedad, mañana lo sea. La oferta formativa requiere de una actualización continua para seguir siendo válida”

Lo pendiente

Como se ve, numerosos son los ejemplos de adaptación curricular que realizan los centros formativos. Sin embargo, queda camino por andar. Óscar Pernía, socio-fundador y director técnico de NextPort, reconoce que “la oferta formativa en tendencias digitales no son lo suficientemente prácticas, ya que se estructuran con respecto a casos de uso prácticos, en teoría de éxito, que no tienen una traslación tangible a lo que los alumnos de dichos programas están demandando, más allá de una introducción a la digitalización”.

En ese sentido, esa formación está enfocada en la utilización de sistemas y plataformas específicos, “cuando estos últimos son solo una componente del cambio al tratarse solo de como su instrumenta la transformación digital”, matiza Pernía, que califica como “clave” el enfoque en los procesos o las estrategias de optimización “para disponer de planes formativos que tengan impacto en el modo de trabajo, y que habiliten a los trabajadores a afrontar con empatía y confianza el impacto de la transformación digital en sus puestos de trabajo particulares”. Por otro lado, la instrumentación para llevar a cabo ese enfoque al proceso o la optimización basada en datos “requiere de incluir formación tecnológica especializada, como las relativas a la analítica de datos o los modelos de inteligencia artificial”.

Para el fundador de NextPort, “el balance entre el planteamiento generalista necesario y la adaptación a la realidad de los procesos de nuestro sector es importante”, y adelanta que “los programas formativos requerirán también de especializaciones al respecto de capacidades tecnológicas específicas que no serán aplicables a todos los alumnos”.

Nuevas necesidades...

Los nuevos retos que plantean las nuevas tecnologías requieren una formación específica y actualizada para poder desempeñar sus actividades de manera eficaz y eficiente. Según Mar Monzó, “las principales necesidades en materia formativa para los nuevos perfiles digitales en el sector logístico portuario se centran en habilidades en tecnología digital, competencias en ciberseguridad, habilidades en gestión y análisis de datos y competencias en gestión de proyectos”.

Susana Val, por su parte, pone el foco en la analítica de datos, en un momento en el dato supone una información muy valiosa. “La agregación y combinación de datos lo es más aún y muchas empresas ayudan a la mejora de los procesos de otras empresas sacando partido al uso de estos datos. Un logístico con una buena formación en analítica de datos ya tiene mucho terreno ganado”. Asimismo, también se valoran competencias como conocimientos en inteligencia artificial, gemelos digitales, blockchain...

Ambas profesionales reconocen que, si bien en la actualidad esta oferta formativa existe, ha de mantenerse actualizada constantemente y desarrollarse al mismo ritmo en el que se desarrollan las tecnologías. “Los programas de formación requieren de flexibilidad y adaptabilidad y no pueden permitirse el lujo de quedar obsoletos”, afirma Mar Monzó.

Tanto empresas como centros formativos y profesionales del sector han tomado conciencia de la importancia de una tecnología como la Inteligencia Artificial y su aplicación a la logística. Susana Val reconoce que “todavía no conocemos todo su alcance y a nivel europeo participamos en diversas iniciativas para explorar cuál puede ser su uso a nivel empresarial y dentro del sector de la logística y la cadena de suministro”. En ese sentido, es patente la “falta de profesionales formados con estos perfiles, y los que lo están, se aseguran muy rápidamente la inserción laboral”. Además, la directora de Zaragoza Logistics Center lamenta la “falta de motivación para acceder a la formación en logística”, una situación dada muchas veces por “desconocimiento de las actuales salidas profesionales que tiene el sector y su amplio recorrido”.

Las empresas logístico-portuarias son conscientes de esta nueva realidad, y se afanan -sobre todo las más grandes y con mayor músculo inversor y financiero- en la creación y puesta en marcha de departamentos y profesionales dedicados a la innovación. Como punto de partida no está mal, aunque requiere de un mayor esfuerzo, ya que un proceso de transformación digital en las empresas del sector logístico necesita de un “planteamiento integral que conecte negocio, operación, administración y tecnología como líneas de trabajo de una plan director o hoja de ruta”, enfatiza Óscar Pernía, que además advierte que el “ manejo de las expectativas en cuanto al progreso, los presupuestos y calendarios asociados son clave”, ya que se tiende a infraestimar la complejidad y a ser muy optimista con respecto al resultado de proyectos de este tipo.

...Nueva oferta

Las nuevas tecnologías no solo están cambiando la manera de hacer las cosas en el sector, sino también en el campo de la formación. Gracias a las tecnologías ya se están incorporando entornos simulados a los programas para acercar a los alumnos a la realidad empresarial y dotarles de nuevas herramientas necesarias para el correcto desempeño de sus funciones. Esa simulación no se circunscribe al manejo de medios de transporte o de maquinaria pesada, una tendencia cada día más implantada, sino que ya cubre toda la cadena logística, algo que se está impulsando a través de los programas YEP MED (Youth Employment in Ports of the Mediterranean) y Techlog (Technological Transfer for Logistics Innovation in Mediterranean area). Gracias a estos proyectos se crean “serious games”, simuladores en entornos de las operaciones ordinarias, donde se recrean escenarios de todo el sector, que permite a los alumnos aprender a gestionar la operativa en empresas simuladas y estar mejor preparados cuando acceden a una empresa real.

Como grandes ventajas, estos nuevos programas permiten al alumno adquirir experiencia laboral en entornos remotos y sin riesgos, favorecer la resolución de problemas con mayor eficacia experimentando varios escenarios reales, y facilitar la construcción de cadenas logísticas más sostenibles y socialmente responsables.

Estos nuevos entornos simulados, además, convierten a los alumnos en “empleados de la constelación de empresas que cubren toda la cadena de suministro, integradas en la plataforma como compañías independientes: una empresa transitaria, una compañía marítima, una aérea, una ferroviaria y una terminal portuaria”, tal y como asegura Eduard Rodés, director de la Escola Europea - Intermodal Transport, en un artículo de PierNext. “El alumno debe construir la cadena logística y gestionar todos los aspectos, como la solicitud de cotizaciones, reservas, preparar y enviar la documentación pertinente, comunicarse con las otras empresas para reservar, enviar y recepcionar el cargamento. Las empresas son avatares, no gemelos digitales”, aclara.

La titánica tarea de atraer a las nuevas generaciones

Atraer el talento, altamente preparado, capacitado digitalmente y con habilidades que faciliten la innovación es lo que busca cualquier sector. Y el logístico portuario también, sobre todo en un momento en que ya hay ciertas actividades que han lanzado la voz de alarma ante la preocupante y creciente falta de profesionales para ciertos puestos muy específicos. La atracción de nueva masa laboral proveniente de las generaciones más jóvenes es fundamental. La cuestión es cómo hacerlo.

En la edición de 2022 de Smart Ports: Piers of the Future se organizó el panel “Building the workforce at the ports of the XXI century” para analizar qué fórmulas serán más efectivas para lograr este objetivo. Lo primero que quedó claro es que “el salario ya no es prioritario”, y que el interés en la organización, la flexibilidad y, sobre todo, en la aportación de su cargo a la organización para la que trabajan “son cada vez más importantes”, tal y como explicó en esa mesa redonda Karina Gilbert, profesora titular de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos y directora de IDEIA-UPC. El equilibrio entre la vida laboral y personal y la oportunidad de formación y asistencia de conferencias para crecer como profesional también va adquiriendo cada vez una mayor importancia.

David Serral, director del departamento de Sistemas del Port de Barcelona, consideró que las autoridades portuarias deben gestionar la integración de estas nuevas generaciones: “Para ello, necesitamos hacer un esfuerzo de atracción de talento y rediseñar la imagen con la que perciben algunos tipos de negocio como el logístico-portuario. Tenemos que hacer acciones inmediatas como activar el mismo lenguaje de comunicación que ellos en redes sociales”.

También quedó claro que la tecnología es un hilo conductor interesante para atraer talento joven. Y el sector portuario presenta varios beneficios en este sentido, ya que es un territorio que apuesta por la innovación mediante la realización de pruebas de concepto para validar tecnologías emergentes.

Con todo, hay que hacer notar que la juventud no tiene porqué llevar aparejado un conocimiento intrínseco de las nuevas tecnologías. Para Enrique Badimón, director del máster en Derecho Marítimo y Gestión Económico-Estratégica de la Empresa Marítimo-Portuaria de la Universidad Católica de Valencia, es un tópico hablar de una “nueva generación digital”. Su experiencia con jóvenes en la universidad “no me permite llegar a esa conclusión”. Aunque “son personas nacidas en una era en la que les resulta muy sencillo acceder a nuevas tecnologías, es muy limitado el ámbito para el que usan en general esas nuevas tecnologías, que es muy concretamente la comunicación”. Más allá de este aspecto, según Badimón, no les resulta tan fácil el uso de las nuevas tecnologías y herramientas digitales. Por ello, “es necesario desde los centros educativos detectar cuales son las necesidades en cada momento, introducirlas en los planes de estudio y transmitirlas al alumnado”.

Los expertos consultados manifiestan que la colaboración entre centros educativos e instituciones y empresas del sector es vital, así como la formación continua en un entorno tan cambiante como el tecnológico. “Que los estudiantes tengan la oportunidad de realizar prácticas laborales en el puerto ayudaría a que conozcan el entorno de primera mano y también a retener el talento local”, recomendaba Gilbert.