bilbao. Sáenz de Buruaga mantuvo una reunión la pasada semana en La Moncloa con el presidente Pedro Sánchez, quien, según señaló “conoce el proyecto, sabe lo que significa y es consciente de la importancia que tiene para la expansión del Puerto de Santander y el desarrollo social y económico de Cantabria”,
Según la presidenta de Cantabria, Sánchez ve “lógico, razonable y sensato” el planteamiento del Gobierno regional de que la intermodal de La Pasiega cuente con financiación del Estado. Además, el presidente se habría comprometido a interesarse y ocuparse personalmente de un asunto que estaba “firmado y sin condiciones” con el anterior Gobierno de Cantabria.
La presidenta cántabra ha decidido dar un “voto de confianza” a Sánchez y avanzó que solicitará, “sin tardar”, una reunión con el Ministro de Transportes, Óscar Puente, para concretar estas palabras del presidente del Gobierno y alcanzar una “decisión definitiva”, porque “Cantabria no tiene tiempo que perder”.
Asimismo, quiso dejar claro que la retirada del apoyo del Gobierno de España a este proyecto es una “decisión puramente política”, porque “las cuestiones técnicas están totalmente despejadas” y son varias las empresas que ya han “llamado a la puerta” para instalarse en La Pasiega.
Además de La Pasiega y la financiación autonómica, la agenda incluye temas como las infraestructuras ferroviarias, el asunto “más urgente” para una región que se ha convertido en una “isla ferroviaria en el norte de España” y es la única “sin un solo kilómetro de AVE construido”.
Sáenz de Buruaga solicitó a Sánchez que haga “todo lo que tenga que hacer” para que el AVE llegue “cuanto antes” a Reinosa y reclamó un impulso para el tramo entre Alar del Rey y la capital campurriana.
Por otro lado, reclamó que se reactive de inmediato el proyecto del tren de altas prestaciones con Bilbao, apuntando que han pasado ya 29 meses desde la presentación del estudio de alternativas y que en este tiempo se han producido “cero avances”, mientras que el trayecto actual sigue realizándose en algo más de tres horas, “el mismo que en 1961”.