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“El Puchero”: diez años dando luz al barrio de Orriols

  • Última actualización
    18 diciembre 2023 12:40

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En 2013, Stephan Rötzer, fundador y propietario de la empresa SanLucar, puso en marcha “El Puchero”, un comedor social ubicado en el barrio de Orriols, una de las zonas más deprimidas de Valencia. Uniendo fuerzas con Casa Grande comenzaron dando servicio a unos 80 usuarios. Tres años después, Coordinadora Solidaria Valencia se sumó a ambas entidades con el objetivo de ir más allá que proporcionar un simple plato de comida. En abril de 2018, empresa y la fundación cercana al sindicato de estibadores abren un segundo local en el Distrito Marítimo bajo el nombre de “El Puchero Portuario”, que el pasado mes de febrero cumplió cinco años. Ambos comedores sociales se unen para formar el proyecto “Cocinas Solidarias”.

Hace diez años que “El Puchero” se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para los ciudadanos con pocos recursos del barrio. Tanto es así que incluso ayuda a vecinos de otras localidades cercanas a la ciudad como Museros, Tavernes Blanques o Almàssera. Y eso es gracias, tal y como relatan a Diario del Puerto Publicaciones Humberto Nácher y Arantxa Vicó, representantes de Coordinadora Solidaria Valencia, y Miriam Montolío, trabajadora social de “El Puchero”, “a la colaboración entre todas las entidades sociales del barrio, que siempre que podemos nos unimos para trabajar conjuntamente”. El comedor social de Orriols es capaz de preparar un máximo de 200 raciones diarias para atender a 260 usuarios, que acuden al local en dos grupos: uno los lunes, miércoles y jueves, y otro, los martes, miércoles y viernes.

EL DATO
1,5

millones de euros. El valor de las donaciones en especie que recibirán los comedores sociales de “El Puchero” y “El Puchero Portuario” este año llegará a los 1,5 millones de euros.

Después de tanto tiempo, “la maquinaria a nivel organizativo y de gestión de los recursos está bien engrasada”, afirman, aunque a nivel económico “estamos notando la subida de las materias primas, los alimentos y la energía. Hay meses que el recibo de la luz supera al del alquiler de los locales”. Ambos comedores -que anualmente suponen cada uno una inversión de entre 50.000 y 60.000 euros-, reciben hoy en día más donaciones en especies que en dinero, lo que en ocasiones provoca ciertos problemas de liquidez.

Por ello, desde Coordinadora Solidaria Valencia se está trabajando de manera intensa desde hace tiempo en este frente. “Además de las donaciones, hemos vuelto a activar el Jornal Solidario”, aportaciones que salen de los salarios de los estibadores que trabajan en el puerto de Valencia.

A pesar de esta compleja situación, la entidad sigue reforzando su abanico de servicios. A las clases de refuerzo para menores, se unen las clases de idiomas, alfabetización, grupos de empoderamiento y gestión de conflicto para mujeres, economía doméstica, nuevas tecnologías para la tercera edad y talleres para padres, así como citas deportivas para menores con los que fomentar la inclusión de colectivos vulnerables.

2024

Para el próximo año, Coordinadora Solidaria Valencia quiere reforzar su centro de formación abierto el pasado año en el barrio de Ayora. Aunque por el momento estas aulas sólo atienden a los usuarios de “El Puchero Portuario”, el objetivo es extenderlo en 2024 a los de “El Puchero”.

Por otro lado, a partir de marzo, se pondrá en marcha un programa de formación de accesibilidad laboral para mujeres, así como talleres para la elaboración de currículums y búsqueda de empleo en colaboración con Randstad, con el objetivo de “dotar de autonomía a los usuarios para que tengan las mismas oportunidades que otras personas con más recursos”.

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