La tradición se impone, casi siempre, es por ello que no quiero ni deseo cambiar el titular de esta pequeña ventana de opinión de la publicación más particular y entrañable de las muchas que edita Grupo Diario a lo largo del año. Así que vaya por delante: ¡Feliz Navidad!
¿Y las fiestas? Pues también, felices fiestas para todos porque tengo la certeza de que son conceptos totalmente compatibles y que siempre es bueno desear la felicidad a los demás, siempre y en todo momento.
Creo que ya he explicado en alguna ocasión que soy de esos que se alegran enormemente cuando veo en la tele las caras de los agraciados en el sorteo de Navidad. Porque creo que disfrutar la felicidad de los demás es un primer paso para alcanzar la nuestra.
La Navidad, más allá de su significado religioso, es la celebración de una buena noticia, esa que hemos estado esperando durante un periodo concreto y que finalmente se produce en el momento justo.
En nuestra cultura hemos sido muy hábiles también para adaptar el concepto navideño a nuestra concepción maniquea de la vida: o eres de Navidad o eres de Fiestas, y no hay camino intermedio. Pues no es así.
Como periodistas que somos nos alegramos siempre que podemos contar noticias y, aunque no se lo crean, disfrutamos mucho más cuando las noticias son buenas. En Diario del Puerto celebramos nuestra profesión y no hay mejor forma de hacerlo que con una publicación que es, en sí misma, una enorme felicitación.
Porque este número que tienen en sus manos sale a la calle el último día hábil antes de Navidad y pretende ser un pequeño homenaje a todas las noticias que contamos cada día desde hace más de 30 años.