COPENHAGUE. Las disrupciones en las cadenas de suministro mundiales no dan señales de remitir, y es probable que no lo hagan en un futuro próximo. Esa es la conclusión principal de una encuesta exhaustiva realizada por Maersk entre su base de clientes europeos. Los resultados revelan que una mayoría significativa de los propietarios de carga esperan que el entorno volátil actual persista durante al menos entre uno y dos años.
Más del 78 % de los profesionales de la cadena de suministro encuestados afirmaron que prevén que la dinámica geopolítica, los aranceles comerciales y las regulaciones del comercio internacional afectarán a sus operaciones durante los próximos uno o dos años. Casi la mitad (48 %) expresó su profunda preocupación por el clima geopolítico, y 4 de cada 5 reconocieron que los retos de la cadena de suministro son un factor que afecta al crecimiento de su negocio.
Para hacer frente a estos retos, las empresas están diversificando activamente sus estrategias de abastecimiento. Tres de cada cuatro encuestados indicaron que ya se abastecen de múltiples geografías o que tienen previsto hacerlo, lo que supone un notable aumento con respecto a la encuesta de Maersk de 2024, en la que solo el 53 % estaba considerando nuevas ubicaciones de abastecimiento.
Además, cuatro de cada cinco empresas están reforzando la relación con su proveedor de logística y sus proveedores clave, tres de cada cinco empresas están invirtiendo en la visibilidad y la agilidad de la cadena de suministro para aumentar la resiliencia, y tres de cada cuatro empresas afirmaron que se están adaptando a rutas comerciales alternativas.
Los resultados de la encuesta respaldan firmemente que los aranceles seguirán siendo una prioridad en el futuro. Los tres principales retos que las empresas europeas esperan de la evolución de la geopolítica son:
El 46 % de los participantes en la encuesta dijeron a Maersk que esperan fluctuaciones en los costes de importación y exportación; el 43 % espera un aumento de los aranceles comerciales; el 40 % espera incertidumbre en las políticas comerciales globales.
“Sin duda, las empresas europeas no lo han tenido fácil en los últimos cinco años, y el entorno global en constante cambio al que se enfrentan seguirá siendo así en un futuro próximo. Sin embargo, en última instancia, se trata de convertir la incertidumbre reinante en oportunidades”, apunto Aymeric Chandavoine, presidente para Europa de A,P. Moller-Maerks.
“Una actitud compartida entre nuestros clientes ha quedado muy clara: ahora no es el momento de lamentarse por las cartas que nos han tocado, sino de actuar y crecer. Cada vez más empresas europeas se niegan a quedarse de brazos cruzados y esperar a que la volatilidad remita. En cambio, buscan construir redes más inteligentes y resilientes que respalden sus ambiciones de crecimiento”, añadió.
Esperar sin hacer nada es lo peor que pueden hacer los propietarios de carga, confirma Lars Karlsson. El director global de Consultoría Comercial y Aduanera de Maersk lo sabe por sus más de cuatro décadas de experiencia en aduanas y aranceles.