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LOGÍSTICA · Las explotaciones frigoríficas y operadores logísticos y de distribución especializados han aumentado sus ingresos por la inflación

Las plataformas logísticas del frío, ante el reto de recuperar la rentabilidad perdida

Optimismo moderado. Así puede calificarse estos momentos la situación que viven las empresas almacenistas y operadores logísticos especializados en productos a temperatura controlada.

valencia. Por un lado, las cifras no son del todo malas. Por otro, los clientes aumentan su stock, lo que implica en principio un incremento de la facturación. Sin embargo, las grandes cifras no siempre son un reflejo fiel y pormenorizado del día a día que gestionan las empresas.

Y es que ese aumento de stock puede deberse también a un descenso en la demanda de esos productos lo que, a medio plazo, puede ser un lastre ya que “gran parte de la facturación de las empresas del almacenamiento frigorífico la da, no tanto el almacenamiento puro, sino los servicios ligados al movimiento de los productos almacenados”, tal y como advierte a este Diario Marcos Badenes, secretario general de Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (Aldefe). La facturación ha aumentado, cierto, pero impulsada en buena parte por la inflación.

Las consecuencias del conflicto en Ucrania han provocado una minoración de la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas que llevó a las empresas a absorber el beneficio acumulado y en algunos casos a acudir a las reservas

Hoy en día, el sector puede decir que está en un período de estabilidad, tanto en lo referente a la actividad como en lo que concierne a la creación de empleo y mantenimiento del número de empresas. Además, nadie se atreve a realizar predicciones sobre cómo acabará este 2023. La incógnita sobre la formación del nuevo Gobierno y la incertidumbre económica no son el mejor escenario para incentivar el consumo, “algo que determina la actividad de nuestros clientes”, lamenta Badenes. De hecho, “salvo contadas excepciones”, las empresas están optando por no acometer nuevos proyectos (“sólo nos constan fases finales de proyectos que arrancaron años atrás pero no nuevos”, apunta el secretario general) en un momento en que la prudencia se impone a la espera de ver la evolución del mercado y recuperar los índices de rentabilidad que se han ido perdiendo.

EL DATO
101,9

millones de euros. Según el último Observatorio del Frío de Aldefe, la ocupación media de los almacenes de productos congelados fue del 76,98%. La facturación estimada del total del sector alcanza los 101,9 millones de euros, un 6,4 % más respecto al trimestre anterior.

De hecho, el conflicto en Ucrania -y todas sus consecuencias derivadas- ha tenido como consecuencia una minoración de la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas que llevó durante un primer periodo a absorber el beneficio acumulado y en algunos casos a acudir a las reservas, lo que llevó al sector a tomar medidas “dirigidas a contener este impacto en la actividad de las empresas”. Ahora, el reto es lograr recuperar la rentabilidad en la cuenta de resultados y proteger la gestión de las empresas partiendo de estas medidas.

Pólizas de seguro

“Durante estos últimos años las empresas de servicios de frío han hecho un enorme esfuerzo de gestión, organización y puesta al día que, seguro, dará resultado a medio y largo plazo”, remarca Badenes.

EN DESTACADO
Marcos Badenes
Secretario general de Aldefe

“Las normas de seguridad en las explotaciones frigoríficas deben ser lo más claras posible para no dar lugar a multitud de interpretaciones dependiendo de la Comunidad Autónoma e incluso el municipio en el que se encuentre la instalación”

No obstante, ha surgido una problemática bastante grave que tiene que ver con las pólizas de seguro de las instalaciones, que han multiplicado su coste hasta niveles difíciles de asumir, llegando a darse situaciones de empresas que no aseguran cámaras frigoríficas.

En este orden de cosas, la mejora en la eficiencia energética de las instalaciones, con ayudas directas para su implantación; la descarbonización del sector con la implantación de más y mejores herramientas de autoconsumo; o la automatización de procesos y mecanismos con la entrada de las nuevas tecnologías son otros de esos retos.

La mejora en la eficiencia energética de las instalaciones, con ayudas directas para su implantación, la descarbonización o la automatización de procesos son otros de los retos

Consumo electrointensivo

Ante esta situación, y dada la alta dependencia energética de las empresas y operadores logísticos del sector del frío, una de sus grandes reivindicaciones es que desde la Administración Pública se les considere como consumidor electrointensivo.

A la espera de esa catalogación, la utilización de las energías renovables es una de las vías clave para enfrentar el día a día del sector. Tal y como explica Marcos Badenes, los operadores aumentan la eficiencia de su consumo energético “optimizando su consumo en las horas más caras del día o, en su caso, ajustando los costos por desvíos o excesos de potencia dentro de la factura energética”. Para el secretario general de Aldefe, el sector es “pionero”: la implementación de la energía solar ya es una realidad, “y ya hay experiencias de producción de energía eléctrica vía plantas de biomasa”.

El sector reclama la posibilidad de que se utilicen gases de muy bajo coeficiente de calentamiento como son los gases A2L
$!La actual situación de incertidumbre económica ha detraído la puesta en marcha de nuevos proyectos.

Por otro lado, y ante la normativa que regula utilización de gases fluorados -cuya extinción se prevé se ponga en marcha en el plazo de ocho años-, el sector reclama la posibilidad de que se utilicen gases de muy bajo coeficiente de calentamiento como son los gases A2L que permitan la subsistencia de las instalaciones existentes gracias a la conversión de los refrigerantes HFC a estos nuevos y actuales A2L.

“La conversión resultante de adaptar los equipos actuales reduciría sustancialmente el consumo de refrigerantes HFCs, dañinos para la atmósfera, sin que suponga una inversión imposible de asumir por una empresa, todo ello mediante un procedimiento de homologación estándar que permita esta conversión con todas las garantías de seguridad y eficiencia”, demanda Badenes.

Las pólizas de seguros de las instalaciones frigoríficas han multiplicado su coste hasta niveles difíciles de asumir, llegando a darse situaciones de empresas que no aseguran cámaras frigoríficas

Seguridad

En otro orden de cosas, Aldefe defiende que la aplicación de las normas generales de seguridad en instalaciones industriales que imperan en el sector “sean lo más claras posible para no dar lugar a multitud de interpretaciones dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre la instalación e incluso del municipio”. Tal y como advierte la asociación, dichas medidas pueden suponer, en muchos casos, un sobrecoste difícil de soportar, sobre todo porque en muchas ocasiones no se ha constatado un incremento real en la seguridad de las instalaciones.

Costes energéticos por las nubes

El coste energético es y ha sido la clave que sustenta la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas en los últimos años y, previsiblemente, en los años venideros. Entre finales de 2021 y comienzos de 2022 se produjeron “situaciones que hicieron temblar las cuentas de resultados con costes inasumibles”, recuerda Badenes, lo que supuso que los costes en el escandallo general de las instalaciones frigoríficas pudieran llegar a un 50% del total.

Se abrió entonces un proceso de renegociación de la deuda, ajustes de la gestión energética, implantación de medidas de autoconsumo e implicación de los clientes en la repercusión del coste de la energía. Las instalaciones frigoríficas han ajustado su funcionamiento y han ido equilibrando poco a poco este coste. “Sigue siendo fundamental, crítico y de difícil manejo por las características de las instalaciones logísticas que prestan un servicio 24/7, pero la paulatina repercusión en los clientes de este coste y las demás medidas han disminuido el impacto haciéndolo manejable”, afirma Badenes.

EN DETALLE

Para Aldefe, uno de los problemas estructurales a los que debe hacer frente la Administración Pública, como árbitro del mercado, es que las instalaciones que prestan servicios públicos se vean protegidos frente a la “competencia desleal de los almacenes frigoríficos privados que sacan a mercado los espacios de almacenamiento que no utilizan” y que, en muchos casos, “no reúnen las condiciones necesarias para la prestación de servicios con el nivel y garantías que la normativa exige y que los frigoríficos de servicio público sí cumplen”, denuncian desde Aldefe.