¿Cómo mantienen las empresas cargadoras su actividad en el contexto internacional?
Enfocadas en gestionar la volatilidad de los costes y asegurar la disponibilidad del transporte, diversificando rutas, buscando proveedores alternativos y, en algunos casos, incrementando los inventarios. También estamos implantando herramientas que nos ayuden en el análisis de datos para tener una mayor predictibilidad. Se ha vuelto crucial predecir picos de demanda, identificar cuellos de botella y reaccionar rápidamente a cambios en el panorama global.
¿Qué opinan las empresas cargadoras del modo en que Donald Trump ha impuesto su política arancelaria?
Esta situación ha generado una gran inestabilidad e imprevisibilidad en nuestras cadenas de suministro. Ha afectado a nuestra presencia internacional al obligarnos a recalcular constantemente la viabilidad de mercados clave. Hemos diversificado nuestras bases de producción para minimizar la exposición arancelaria
¿Logran mantener sus relaciones comerciales con unos aranceles tan elevados?
Sí, pero con un nivel de cautela mayor. Cualquier amenaza de nuevo arancel o cambio en la política comercial obliga a las empresas a revisar sus precios y sus estructuras de costes. No se trata sólo del arancel aplicado, sino de la incertidumbre que genera en el mercado.
Entiendo que la búsqueda de alternativas es importante en situaciones como esta.
Estamos fortaleciendo lazos con América Latina, por cercanía cultural, potencial de crecimiento y por los acuerdos preferenciales como el Mercosur. También priorizamos mercados dentro de la UE, por la fortaleza del mercado único y por la utilización de transporte terrestre o marítimo de corta distancia.
La nueva norma de pesos y dimensiones en el transporte por carretera, una medida largamente demandada por el sector, ya ha entrado en vigor. ¿Qué valoración hacen de esta medida?
Nuestra valoración es muy positiva ya que alinea a España con otros países europeos y permite una mayor eficiencia. Esto ayuda a reducir la huella de carbono por tonelada transportada.
¿Están dispuestas las asociaciones de cargadores a asumir el sobrecoste que supone para las empresas de transporte por carretera?
Aunque se incrementan los costes operativos, el saldo final es positivo ya que hay una reducción del coste por unidad transportada. Los cargadores asumiremos el aumento de costes y compartiremos el beneficio final con nuestros proveedores de transporte por carretera.
¿Cómo les afecta la falta de conductores?
Impacta en la disponibilidad de capacidad de transporte y aumenta los costes, ya que la escasez empuja los precios al alza. Además, afecta a la fiabilidad de las entregas.
¿Hacen lo suficiente para paliar este problema?
Estamos implantando medidas para acelerar los tiempos de carga y descarga y mejorar las condiciones laborales del chófer durante su estancia en nuestros centros de producción. Por otra parte, ofrecemos a las empresas de transporte contratos de mayor duración que les proporcione estabilidad y les permita invertir en mejores salarios para el chófer. Por su parte, las empresas de transporte deberían ofrecer condiciones de trabajo más atractivas, horarios que permitan la conciliación y mejores infraestructuras de descanso.
Es indudable que este nuevo panorama ha desembocado en una nueva relación entre cargadores y empresas de transporte...
La relación ha pasado de no existir a estar en un momento de colaboración forzada y redefinición. Los acuerdos de 2021 y la legislación posterior supusieron un cambio de paradigma que ha obligado a una mayor transparencia y cumplimiento normativo y han mejorado la rentabilidad de las empresas de transporte.
Hablemos de transporte ferroviario. ¿Por qué no crece este modo en España?
La primera causa es la falta de infraestructuras, existiendo una red fragmentada, con cuellos de botella y problemas de interoperabilidad. Además, el coste y, sobre todo, la fiabilidad y los tiempos de tránsito aún no son competitivos. Por último, no ha existido una red de terminales intermodales eficientes y bien conectadas con los centros de producción.
¿Llegará España al 10% de cuota en 2030?
Podría lograrse si disponemos pronto de las autopistas ferroviarias, si se mejora la calidad de servicio de las terminales de interior, si se desarrollan suficientes terminales de intercambio modal y, sobre todo, si se flexibiliza la gestión de la capacidad de la red.