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Francisco García Campos, presidente de la compañía, hace balance de lo acontecido y de lo que está por venir

Sevitrade apuesta por dar el salto a nuevos puertos tras 35 años de historia en Sevilla

Sevitrade cumple 35 años con la vista puesta en el salto a nuevos puertos españoles exportando el modelo que tanto éxito ha tenido en Sevilla.

valencia. “Los inicios de Sevitrade, como cualquier otra empresa que echa a andar en un sector donde ya hay otros competidores instalados (algunos con casi cien años de trayectoria en el Puerto de Sevilla), fueron complicados”. Así lo recuerda a Diario del Puerto, el presidente de la compañía, Francisco García Campos. “Nos veían como un enemigo y, para más inri, no éramos sevillanos de nacimiento, aunque sí de corazón. Vine a Sevilla en 1974 a montar mi primera empresa, dedicada al desguace naval”, añade.

Sevitrade se constituyó en escritura pública el 3 de febrero de 1989, “pero la Autoridad Portuaria de Sevilla no nos concedió la primera concesión administrativa hasta el 14 de febrero de 1990, curiosamente el día de los enamorados”, indica García Campos, “ciertamente estoy enamorado de la capital del Guadalquivir y su río, que nos vió crecer y desarrollarnos como empresa logística y estibadora de referencia”.

Desde esa pequeña parcela anexa al Muelle de la Esclusa, construido en 1956 para la descarga de productos siderúrgicos con destino a los Astilleros de Sevilla, Sevitrade levantó una primera nave, dos naves tanques y diez tanques. “Lo teníamos claro”, destaca García Campos, “nuestro modelo era crear una terminal híbrida y polivalente que pudiera realizar operaciones con todo tipo de graneles simultáneamente. Ese ha sido nuestro modelo de negocio a seguir, invirtiendo por igual tanto en silos como en depósitos, sin olvidar las mejoras productivas y de expedición, adquiriendo y renovando el parque de maquinaria”.

La compañía inició su actividad con dos grúas de pequeñas capacidades, heredadas de Desguaces Guadalquivir. La gran mayoría de las operaciones de graneles sólidos se llevaban a cabo en el muelle público, recurriendo al alquiler de las grúas de la Autoridad Portuaria de Sevilla. “En el cercano Muelle de la Esclusa, que no se incluía en la concesión, realizábamos operaciones de importación y exportación de grasas vegetales y cemento por tubería directamente a camión o pasando por la nave y depósitos”, recuerda García Campos: “En nuestro primer año de actividad, manipulamos 193.445 toneladas y el Puerto movió 3.070.278 toneladas”.

“Somos ambiciosos y deseamos expandir nuestro modelo de negocio logístico y hay varias inversiones que, creemos, tendrán gran incidencia en nuestros tráficos y facturación”

Hitos

Hay dos fechas señaladas en rojo para Sevitrade en estos 35 años de historia: 1997 y 2010. “La primera se refiere a cuando adquirí una parcela en el polígono industrial La Isla (Dos Hermanas), donde ya figuraba un edificio de oficinas y una nave. Allí montaríamos un centro logístico dedicado al almacenamiento y envasado de fertilizante a granel, que se ha convertido en una referencia en el sur de España”, asevera el presidente.

Y la segunda, 2010, tiene que ver con que, en plena crisis económica, la compañía diera un salto adelante, “creando una segunda terminal en el Puerto de Sevilla, exclusivamente dedicada al tráfico de graneles líquidos. Desde la primera inversión, no hemos dejado de invertir para ampliar capacidades y mejorar procesos”, afirma García Campos.

Actualmente, la Terminal Logística de Líquidos cuenta con 54 depósitos, a los que se les unirán dos más que están en construcción, con una capacidad para almacenar hasta 150.000 metros cúbicos con rendimientos de expedición de hasta 100 camiones cisterna al día. Cada año pasan por ella del orden de 16.000 camiones y 80 barcos y se manipulan 350.000 toneladas, principalmente grasas vegetales.

“La próxima inversión que demandamos es un ramal para nuestra terminal de líquidos en la Dársena del Cuarto, para atender vagones o contenedores cisterna”

Salto a otros puertos

Preguntado por lo que está por venir, el presidente de Sevitrade lo tiene claro; “Creemos que el futuro es muy prometedor. Tenemos muchas esperanzas puestas en el salto a otros puertos españoles. Precisamente el año pasado, pusimos un pie en Motril de la mano de un histórico cliente nuestro, donde hemos creado una sociedad”.

Además, Sevitrade espera empezar, en breve, las obras de construcción de una terminal polivalente que pueda atender tráficos de líquidos y sólidos, exportando el modelo que tanto éxito ha tenido en el Puerto de Sevilla.

“Si volvemos la mirada hacia la capital de Andalucía”, señala García Campos, “aunque ya tenemos un pie fuera de las márgenes del Guadalquivir, somos ambiciosos y deseamos expandir nuestro modelo de negocio logístico y hay varias inversiones que, creemos, tendrán gran incidencia en nuestros tráficos y facturación”.

$!Francisco García Campos, presidente de Sevitrade, destaca la contribución de las personas al éxito de la compañía.

El primero de estos proyectos sería la ampliación del Muelle de la Esclusa que tiene Sevitrade en concesión. “Sus 300 metros se nos antojan cortos para días donde tenemos que operar con hasta cuatro o cinco buques de manera simultánea. La ampliación en otros 300 metros permitirá reducir las demoras y no recurrir a los muelles públicos”, matiza el presidente.

La compañía también está centrada en la multimodalidad. Recientemente, la Autoridad Portuaria de Sevilla ha construido una playa ferroviaria de 750 metros a solo 100 metros de su muelle, lo que les permite realizar operaciones con convoyes de trenes. “La próxima inversión que demandamos es un ramal para nuestra terminal de líquidos en la Dársena del Cuarto, para atender vagones o contenedores cisterna”, afirma.

Las cinco grúas pórtico para graneles de la compañía están llegando al final de su vida operativa, con cerca de 40 años de actividad. “Por lo tanto, planteamos alargar su vida con un ambicioso programa de paradas y automatización, aunque no descartamos adquirir nuevas, aunque preferimos las de tipo pórtico a las automóviles”, señala el presidente de Sevitrade. Por último, se seguirá invirtiendo en construcción de depósitos de líquidos y ampliando las concesiones por la demanda que se experimenta.

“Vamos a seguir invirtiendo mientras las condiciones para la exportación e importación a través del canal navegable sean óptimas, pero demandamos mejoras en su profundidad, que solo vendrán de la mano de estudios sobre el estado del estuario. Sevitrade es el Puerto de Sevilla y el Puerto de Sevilla es Sevitrade”, concluye el presidente de la compañía.

Una familia numerosa, comprometida y unida

“El éxito de Sevitrade no reside en solo una persona, sino en la participación de todas aquellas que han formado parte de la plantilla”, afirma el presidente de la firma, Francisco García Campos. “Somos una empresa familiar relativamente joven, pero con unos trabajadores ya experimentados y, sobre todo, motivados por compartir la filosofía corporativa: ofrecer un servicio de excelencia”, añade.

“Por supuesto, tampoco puedo dejar de lado a mis hijos, como Javier, hoy director general de la empresa, y Mara, Kiko e Isabela, vinculados profesionalmente a la misma. Y qué decir de Lola Senent, mi esposa, que ha visto cómo la empresa se convertía en un hijo más que alimentar en una familia valenciana ya de por sí numerosa”, subraya.

A esto hay que unir la apuesta por “crear equipos donde haya confianza, como saben bien los responsables de áreas, como Eduardo Fedriani, Antonio Jiménez, Fernando Gómez, Francisco Espejo, Rosana Lobo, Moisés Ortega, Pablo Castro, Jesús Corvera, Marcos Pacheco, Alberto Zambrano y José Rodríguez”, concluye.

Dos terminales marítimas y un centro logístico

A lo largo de sus 35 años de historia, Sevitrade ha invertido cerca de 100 millones de euros en el Puerto de Sevilla y el polígono industrial de La Isla para urbanizar 26 hectáreas. “En dicha superficie, hemos montado dos terminales marítimas y un centro logístico”, subraya el presidente de la compañía, Francisco García Campos. Actualmente, operan cerca de 280 barcos al año, los cuales descargan casi 1,2 millones de toneladas anuales. De esas mismas mercancías, envasan unas 180.000 toneladas de fertilizante a granel.

La compañía ha consignado en estas tres décadas y media cerca de 5.000 barcos (en la actualidad entre 230 y 280 anuales), que han descargado aproximadamente 17 millones de toneladas (la empresa se mueve en la actualidad sobre el millón de toneladas anuales). “Actualmente somos la primera empresa estibadora de graneles del Puerto de Sevilla y los únicos que manipulamos líquidos, con unas 480.000 toneladas anuales”, asevera García Campos. Para ello, Sevitrade cuenta con 6 grúas y más de 6 kilómetros de tuberías que van directamente a sus muelles.

Con las últimas inversiones, la compañía aumentó su parque de depósitos hasta llegar a los 102 tanques, 15 almacenes y 2 tinglados, que suman una capacidad de almacenamiento de 300.000 y medio millón de toneladas, respectivamente.

“Nuestra filosofía se basa en anticiparnos a las necesidades de los clientes. Por lo tanto, continuamente estamos invirtiendo en aumentar capacidades”, confirma el directivo.

El “hermano menor” del “Juan Sebastián Elcano”

35 años de historia dan para multitud de curiosidades y anécdotas. Operativas espectaculares, como piezas de puentes o estructuras metálicas para estaciones petrolíferas, han pasado por las manos de Sevitrade. Pero también otras como vino, semillas de algodón o adoquines.

“Si tuviésemos que contar una anécdota”, afirma Francisco García Campos, presidente de la empresa, “sería cómo Sevitrade reparó el ‘hermano menor’ del buque escuela ‘Juan Sebastián Elcano’: el ‘Galatea’”.

“Yo ya había reflotado dicho buque de la Armada cuando estuvo abandonado en el Puerto de Sevilla mientras tenía el desguace naval, pero, en 1993, ya con Sevitrade funcionando, Capitanía me encargó los trabajos de estanqueidad para preparar su salida del Guadalquivir”, rememora el presidente. El buque, antaño mercante botado en 1896 en Escocia, había sido comprado a la Armada en pública subasta por una asociación de Glasgow que se lo quería llevar y restaurar para convertirlo en un museo.

“Una vez que el proyecto de atracarlo junto a la torre del Oro fracasó, salió a subasta, fue adquirido por los escoceses y Sevitrade reparó el buque y lo preparó para tan larga travesía hasta el mar del Norte, porque en los comienzos teníamos que hacer de todo para hacer caja”, confiesa Francisco García Campos.

“Fue una lástima que especialmente Sevilla y España no hiciesen nada por mantener el ‘Galatea’ en manos españolas. Ahora la hermosa bricbarca luce restaurada en el río Clyde, como reclamo turístico de dicho puerto”, concluye.