Con el objetivo de “reducir el impacto de la masificación turística a la ciudad”, Port de Barcelona y el Ayuntamiento firmaron ayer el acuerdo para reducir a cinco las terminales de cruceros del recinto antes de 2030.
Barcelona. El acuerdo estipula que las tres terminales de cruceros más antiguas del Puerto de Barcelona, A, B y C, se derribarán y en el espacio que ocupa actualmente esta última se construirá una nueva terminal “adaptada a los estándares actuales de eficiencia y sostenibilidad”, comentó el presidente de Port de Barcelona, José Alberto Carbonell.
La nueva terminal será pública, tendrá capacidad para dar servicio a 7.000 pasajeros a la vez y priorizará las cruceros que tengan a Barcelona como puerto base. Además, el presidente de la Autoridad Portuaria señaló que el recinto seguirá la tendencia de los últimos años de atraer cruceros de dimensiones pequeñas, de menos de 1.000 pasajeros, que en 2025 representarán el 25% del total de escalas que se harán en la dársena barcelonesa.
En este sentido, Carbonell destacó la apuesta de Port de Barcelona para “aumentar la calidad del servicio más que la cantidad de pasajeros”.
Collboni agradeció a Carbonell “el esfuerzo de comprensión y la empatía con la ciudad”
Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, agradeció al presidente de Port de Barcelona “el esfuerzo de comprensión y la empatía con la ciudad para ayudar a hacer frente al impacto de la masificación turística en la ciudad”. Collboni puso de relieve que “es la primera vez en la historia de Barcelona que se pone límite al crecimiento de la actividad de cruceros en la ciudad”.
Puente Porta de Europa
El protocolo firmado ayer por ambas instituciones también incluye un plan de movilidad sostenible, con tres actuaciones destacadas.
En primer lugar, el desdoblamiento del puente Porta de Europa, con el objetivo de mejorar la movilidad en todo el entorno del muelle Adossat y su conexión segura, incorporando viales para bicicletas y peatones.
En segundo lugar, la construcción de un corredor urbano por el frente litoral de Montjuïc destinado al transporte público, taxis, VTC, bicicletas y peatones, que conectará la plaza de las Drassanes con la Marina del Prat Vermell y la Zona Franca que permitirá canalizar los flujos de pasajeros de cruceros que vayan en dirección al aeropuerto.
Finalmente, también se realizará la elaboración de un estudio de evaluación de la movilidad generada por los cruceros, que permitirá formular un plan de gestión sostenible de la movilidad terrestre de los cruceristas.
El desarrollo del conjunto de infraestructuras representará una inversión público-privada en el Puerto de Barcelona de 185 millones de euros.