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Dejando atrás la esperada normalidad

  • Última actualización
    28 julio 2022 08:43

Si en 2021 el análisis de los tráficos portuarios se centró en la búsqueda de la “normalidad” después del inevitable impacto de la pandemia sobre la economía mundial, en 2022 se apuesta ya claramente por dejar atrás u olvidar esos intentos por recuperar un determinado estatus y centrar el foco en un crecimiento sostenido ya apuntado en el año 2019, cuando se superaron los 564 millones de toneladas movidas en los puertos españoles de interés general.

Los datos estadísticos de los que se disponen a la hora de cierre de esta publicación son los correspondientes al acumulado hasta el mes de mayo de 2022. Con esas cifras encima de la mesa, se observa una clara y lógica evolución respecto a 2021 y casi un empate técnico en relación con los volúmenes registrados hasta mayo de 2019 (no llega a un millón de toneladas menos).

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Esta situación no hace más que confirmar que se han alcanzado los niveles prepandemia y que el futuro se dibuja en clave de crecimiento, sometido siempre a los vaivenes del mercado mundial y a la coyuntura socioeconómica, absolutamente determinante.

Bajando al terreno numérico, en los cinco primeros meses de 2022 se movieron 236.596.502 toneladas en los puertos españoles, lo que supuso un incremento del 7,35% respecto a los mismos meses de 2021.

Los cinco primeros puertos en tráfico portuario hasta el mes de mayo fueron los de Algeciras, Valencia, Barcelona, Cartagena y Tarragona, por ese orden.

La mercancía general ha registrado un crecimiento del 1,3% hasta el mes de mayo, con 115,9 millones de toneladas movidas

La mercancía a granel, tanto en estado sólido como en líquido, ha sido la que más ha crecido, con un 14% y un 12,7% respectivamente. Los principales productos entre los graneles sólidos fueron los cereales y sus harinas, que 5,9 millones de toneladas han crecido un 53%; el carbón y coque de petróleo, con 6,9 millones (37%), y los 7,3 millones de minerales no metálicos (14%). En graneles líquidos han destacado las subidas del gas natural (72%) que ha superado los 9,5 millones de toneladas, la gasolina (33%) con 7 millones, y el petróleo crudo (16%) con 26,6 millones de toneladas.

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Por su parte, la mercancía general ha registrado un crecimiento del 1,3% hasta el mes de mayo, con 115,9 millones de toneladas movidas, quedándose a apenas 360.000 toneladas del récord de 2019, aunque la mercancía general convencional, con 35,3 millones y un crecimiento del 11%, ya supera los datos de 2019. Las mercancías que más crecieron por volumen fueron las maderas y corcho (22%) y los vinos, bebidas, alcoholes y derivados (15%).

El ro-ro ha sido uno de los tráficos que ha conseguido superar las cifras de 2019 y marcar, por lo tanto, un nuevo récord. Concretamente, hasta el mes de mayo de 2022, se han superado los 29,6 millones de toneladas, un 12,5% más que en 2021, casi 2 millones más que en 2019.

Por lo que respecta al tráfico de contenedores, la cifra ha sido de 7.268.754 TEUs, un 0,02% inferior a la registrada hasta mayo de 2021, y también ligeramente inferior a la obtenida hasta mayo de 2019 (7.337.864 TEUs).

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En 2022 se ha notado una pérdida del 2,3% de los contenedores en tránsito, aunque se ha compensado con el incremento de los contenedores movidos en el ámbito nacional (8,4%) y de import/export (0,9%).

Finalmente, el tráfico de pasajeros continúa su recuperación. En los primeros cinco meses del año se han superado los 8,48 millones de pasajeros, de los cuales algo más de 2 millones lo fueron de cruceros, un 138,5% más que en 2021. En términos de escalas, los 1.808 cruceros que han llegado a los puertos nacionales hasta mayo de 2022 ya superan en un +12% los recibidos en 2019.

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El ro-ro ha sido uno de los tráficos que ha conseguido superar las cifras de 2019 y marcar, por lo tanto, un nuevo récord
Fletes, en busca de la erosión

Si los años 2020 y 2021 estuvieron marcados por la escalada de los fletes y las dificultades del sector exterior ante la escasa disponibilidad de equipo, 2022 no está siendo diferente.

Los expertos que auguraban un final de tendencia para este año han tenido que modificar sus previsiones y ya alargan esta situación hasta el año 2023, momento en el que supuestamente comenzarán a erosionarse los precios debido a que la oferta de capacidad comenzará a ser mayor que la demanda.

Esa erosión, no obstante, no prevé una caída de los fletes a los niveles prepandemia. Y es que si algo han aprendido las navieras en estos últimos años, además de gestionar eficientemente su capacidad para conseguir mayores beneficios, es que los cargadores están dispuestos (o resignados) a pagar. Otra cosa diferente es sobre quién se repercuten esos sobrecostes.

Durante los primeros meses de este año la actividad del sector marítimo se está viendo condicionada por los altos niveles de incertidumbre en la coyuntura económica mundial que afectan el equilibrio entre la oferta y la demanda de transporte marítimo. El transporte marítimo sigue marcado por el precio de los combustibles, la congestión en los recintos portuarios y la situación geopolítica.

Después de tres meses desde el estallido del conflicto de Ucrania, los mercados energéticos y de materias primas, tanto nacionales e internacionales, siguen estando sometidos a las mayores tensiones de abastecimiento y precios de las últimas décadas, uniéndose, aún con más fuerza, a la escalada de precios energéticos que ha venido imponiéndose desde el año 2021.