En concreto, se han instalado en el muelle de Albareda seis micro arrecifes de material biomimético (Life Boosting Units – LBU) construidos a partir de material natural que tienen capacidad para crear ecosistemas complejos y resilientes en poco tiempo. Estas estructuras cuentan con un sistema de atracción de microfauna, sustrato natural para maximizar la captación de vida, un diseño multicapa que facilita el crecimiento de peces y crustáceos, y un sistema de fijación diseñado para no interferir con las operaciones habituales del puerto.
Estos micro arrecifes se monitorizan mediante drones submarinos que permiten medir los resultados a través de diversos parámetros como la biomasa generada, el número de especies alojadas o la cantidad de dióxido de carbono captado.
El objetivo es, como ha explicado Díaz, “poner los medios a nuestro alcance para tratar de revertir el impacto que genera la actividad humana en el mar y sus ecosistemas a través de soluciones innovadoras como esta que acabamos de implementar”.
“Una vez que analicemos los resultados obtenidos, valoraremos la posibilidad de generalizar su instalación”, ha añadido. “Se trata de seguir trabajando en el impulso a las infraestructuras verdes para preservar los ecosistemas y fomentar la biodiversidad marina. Estamos muy concienciados con la protección de nuestra Bahía, por lo que aspiramos a desarrollar todas aquellas acciones que nos permitan seguir siendo un puerto sostenible e inteligente y, a la vez, generador de industria y empleo”.