SANTANDER. Este próximo invierno serán cuatro las escalas semanales que los barcos de Brittany Ferries realizarán en el Puerto de Santander, dos al sur de Gran Bretaña y dos a Irlanda. Con esta decisión, adoptada este lunes por el Consejo de la compañía bretona, se incrementan a cuatro las frecuencias que ofrecerá la naviera desde Santander a partir de noviembre, manteniendo así el mismo número que en verano, cuando el flujo de turistas es mayor, y ampliando los destinos con la inclusión de Irlanda.
Con esta decisión, la Autoridad Portuaria de Santander asegura que “consolida su liderazgo en el norte de España como puerto de pasajeros en línea regular, fruto de la estrecha relación entre la empresa y la Autoridad Portuaria, y la apuesta continua de ambas por garantizar un servicio de calidad”.
Contar una línea regular ro-pax (mercancías-pasajeros) con Irlanda ha sido un objetivo histórico del Puerto de Santander. De hecho, en 2018 Brittany Ferries estableció esta ruta con el buque “Cotentin”, pero fue discontinua y trasladada a Bilbao en 2020 debido, principalmente, al problema de intrusión en el puerto.
Ahora, segun la AP de Santander, el proceso es el inverso y será Santander quien realice el servicio, en pruebas durante cinco meses, para evaluar de nuevo el potencial actual de la ruta desde la capital cántabra, una vez desaparecido el problema de intrusión.
Las cuatro escalas serán realizadas por buques impulsados por combustibles de bajas emisiones (GNL), y tendrán como base de operaciones la nueva terminal de ferries del puerto santanderino.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, ha querido agradecer a Brittany Ferries esta nueva apuesta por el Puerto de Santander, fruto de años de intensa colaboración y, especialmente en este caso, “muy deseada y trabajada por el puerto cántabro”. El presidente de la APS considera esta nueva línea una “magnífica noticia” para Cantabria, y asegura que ha sido posible gracias a la apuesta por la construcción de la nueva terminal de ferries, que “nos ha permitido adelantarnos en el suministro de combustibles de bajas emisiones con la adopción del gas natural licuado” y a haber “afrontado con seriedad” el problema de los polizones.