BARCELONA. Los estudios publicados por diferentes organizaciones internacionales discrepan sobre cuál será el combustible que tendrá más peso en el futuro. Uno de los combustibles que de transición que más protagonismo está tomando actualmente es el GNL y se estima que solo 75 puertos del mundo serán capaces de suministrarlo. Según Jordi Vila, jefe de Medio Ambiente de Port de Barcelona “si un puerto dispone de diferentes tipos de bunkering será un valor añadido para la infraestructura y atraerá a más navieras”.
Durante la jornada organizada por la Asociación de Consignatarios de Barcelona, también se ha alertado sobre la necesidad de que los puertos ofrezcan nuevos espacios para almacenar y suministrar todos los nuevos combustibles que se utilizarán en el futuro, pues a diferencia del período en que los buques han estado utilizando todos diésel, en un futuro a medio-largo plazo cada embarcación necesitará un combustible diferente.
Así, el general manager Iberica & Africa en Marine Sales del fabricante de motores de buques Wartsila, Jesús Puelles, ha explicado que su compañía está fabricando productos preparados para diferentes combustibles a la vez. En el caso de Wartsila, han optado por dos caminos, por un lado motores que permitan todo tipo de combustibles líquidos (biodiesel, metanol, etc) y por toro lado motores que funcionan con gas (gas natural o hidrógeno).