Intermodal Europe 2025 arrancó ayer su 50ª edición por primera vez en Barcelona. El evento sirve para tomar el pulso al sector, detectar tendencias y analizar los grandes desafíos que marcarán su evolución en los próximos años.
Barcelona. La jornada inaugural se centró en ofrecer una visión estratégica del mercado de contenedores y de los principales retos que afronta la industria. En la primera mesa redonda, moderada por John Manners-Bell, director de TI Insight, y bajo el título “Perspectivas del mercado naviero: agilidad, responsabilidad y fiabilidad”, los expertos coincidieron en señalar la sobrecapacidad y la caída de la rentabilidad como dos de los grandes problemas que condicionan el transporte marítimo.
Stefan Verbeckmoes, analista senior de Alphaliner, destacó que una de las principales dificultades del sector es la gestión de buques y contenedores. “Más de un 18% de la capacidad de la flota mundial está parada y esperando”, advirtió.
El analista recordó que las navieras cuentan hoy con la mayor capacidad de carga de la historia, impulsada por los pedidos masivos de megabuques durante el auge de la demanda entre 2020 y 2022. Sin embargo, esa expansión no ha ido acompañada de un crecimiento equivalente del comercio internacional, una tendencia que, según Verbeckmoes, no parece que vaya a cambiar en un período a corto plazo.
En la misma línea, Christian Roeloffs, director general de Container xChange, se mostró poco optimista respecto a una recuperación rápida del mercado. “Para 2026, la sobrecapacidad estructural se enfrentará a una demanda debilitada; los precios de los contenedores y las tarifas de flete disminuirán”, pronosticó.
Simon Heaney, senior manager de Drewry, apunta en la misma dirección, asegurando que “no existe precedente en la historia para la situación actual del comercio internacional”. Según Heaney, “el comercio se ha convertido en un arma; lo hemos visto con China y Estados Unidos”. Esta tensión geopolítica, explicó, hace que “el mercado de contenedores esté condenado a convivir con la inestabilidad y los cambios de tendencia”.
Aun así, no descarta que los dos gigantes económicos lleguen a algún tipo de acuerdo, aunque advierte que “el peor escenario sería que el sector terminara sufriendo todos los aranceles y tarifas”.
OMI
Entre el debate, también hubo tiempo para hablar de la ley Net-Zero, cuya aprobación por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI) se ha pospuesto hasta el próximo año. Verbeckmoes calificó la decisión de “totalmente política”, mientras que Heaney lamentó el retraso, al que considera “un paso atrás” en la transición energética del sector. “Estados Unidos no quiere la ley Net-Zero porque no tiene el control, pero es económicamente estúpido renunciar a ella”, sentenció.
En conjunto, la falta de consenso en torno al marco Net-Zero, sumada a la sobrecapacidad, la debilidad de la demanda y la incertidumbre geopolítica, dibuja un panorama de tensiones e inestabilidad estructural en el transporte marítimo internacional. Aun así, los ponentes coincidieron en que el sector ha demostrado históricamente una gran capacidad de adaptación y resiliencia.
Con esta primera jornada, Intermodal Europe encara dos jornadas más donde se profundizará sobre los retos del sector, desde la transformación digital y la eficiencia operativa hasta la sostenibilidad y la descarbonización del transporte marítimo.
“Estados Unidos no quiere la ley Net-Zero porque no tiene el control, pero es económicamente estúpido renunciar a ella”
Carbonell: “En Port de Barcelona no seguimos tendencias, las creamos”
El encuentro Intermodal Europe 2025 cuenta con el respaldo del Port de Barcelona como puerto anfitrión. Es por ese motivo que el presidente de Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, fue el encargado de inaugurar esta edición.
En su discurso, Carbonell subrayó la importancia de apostar decididamente por la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad como pilares del futuro del sector logístico e intermodal. Según explicó, “la estrategia del Port de Barcelona se apoya en cuatro ejes principales: el despliegue de sistemas de alimentación eléctrica (OPS), la electrificación de vehículos, muelles y maquinaria, la generación de energía renovable y la digitalización de todo el entorno y los sistemas portuarios”.
El presidente del Port también afirmó que la institución “no sigue tendencias, sino que da forma a las tendencias”. También destacó “la importancia de la terminal BEST, una de las más digitalizadas y punteras de todo el mundo”. Pese a eso, Carbonell añadió que el Port de Barcelona trabajando para hacer las operaciones “más sostenibles, rápidas y eficientes”.
Carbonell también destacó la relevancia de espacios como Intermodal Europe, que permiten compartir conocimiento y avanzar de forma conjunta hacia una gestión más inteligente y colaborativa de la intermodalidad y la logística global. Al mismo tiempo que Port de Barcelona se erige como referente en el sector y en innovación.
