BARCELONA. La terminal ha sido diseñada prestando especial atención al medio ambiente y a la eficiencia energética, e incorpora tecnologías de ahorro de energía y materiales sostenibles como paneles solares y luz natural optimizada, para minimizar la necesidad de iluminación artificial, junto con un sistema de recogida de agua de lluvia para suministrar agua a los aseos y zonas ajardinadas con el fin de reducir el consumo de agua.
En su intervención, el presidente ejecutivo de la División de Cruceros de Grupo MSC, Pierfrancesco Vago, ha declarado que “la nueva terminal no es sólo una inversión en infraestructura portuaria moderna, sino que demuestra que estamos alineados con la estrategia de la ciudad para un modelo de turismo más equilibrado y sostenible, al tiempo que aporta beneficios económicos positivos a la región”.
Por su parte, el presidente de Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, recordó que el interés de MSC para construir una terminal propia en Barcelona se remonta al año 2010, cuanto todavía no existía el muelle Adossat. 15 años después de las primeras conversaciones para llevar a cabo el proyecto, Carbonell se ha mostrado “muy ilusionado” con la nueva terminal que ha cualificado como un recinto “referente en sostenibilidad e innovación”.