Barcelona. “No nos podemos permitir el lujo de tener problemas de seguridad, sin ella, la infraestructura sufriría graves problemas”, señaló el subdirector general de Explotación y Planificación Portuaria de Port de Barcelona, Quim Compte.
Entre los principales retos que afronta el recinto barcelonés, de la misma manera que lo afrontan el resto de grandes puertos del mundo, es el del tráfico de drogas. “Hemos invertido muchos recursos para mejorar el escaneo de los contenedores que entran por el Puerto de Barcelona, pero sigue habiendo margen de mejora”, señaló el subdirector general de la Autoridad Portuaria.
Por otro lado, en el ámbito del tráfico de pasajeros, Compte destacó la introducción del equipamiento automatizado de control de fronteras europeo, que incluye el Exit Entry System (EES) y el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Se trata de un sistema que debe implementarse en todos los puertos y que definen la forma en que se realizan los registros y salidas (biométricas y huellas) y de la documentación (pasaporte y DNI) de los ciudadanos de fuera de la Unión Europea.