MADRID. Con el estallido del conflicto en el Mar Rojo y el consecuente desvío de las principales rutas marítimas Este-Oeste por el Cabo de Buena Esperanza, y la posibilidad de que dicho conflicto pueda ser cíclico, los puertos de África Occidental pueden cambiar el rol que juegan en las cadenas logísticas marítimas globales. Dicho de otro modo, el riesgo de que uno de los ejes logísticos más importantes del mundo, el del Mar Mediterráneo, baje a la zona occidental africana.
Mar Chao, presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, animó a “estar atentos” a esta situación, ya que “el mundo va muy rápido”. Partidaria de “renovarse o morir”, insistió en la idea de que “hay que ser capaces de ganar en agilidad y eficiencia para poder dar respuesta a todo lo que nos requiere el mercado”.
El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, reconoció que “la incertidumbre es mala para las inversiones portuarias”. No obstante, lanzó un mensaje optimista al asegurar que “el conflicto en el Mar Rojo será a corto y medio plazo”, por lo que descartó que si hay traslado de inversiones desde el Mediterráneo hacia puertos africanos “llegará por otros motivos”.
Gerardo Landaluce, presidente del Puerto de Algeciras, reconoció que el crecimiento de los puertos africanos “se está produciendo”. En ese sentido, recordó que estos enclaves “no están tan presionados en materia de normativas sobre sostenibilidad”.
Por ello, el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras aseguró que es “imprescindible una política de Estado en torno al Estrecho de Gibraltar, que en un escenario actual se convierte en un nodo logístico de primer orden”.
Landaluce alertó de la posibilidad de que los puertos del Oeste africano se conviertan en un cisne negro que surja para redefenir las rutas marítimas y redibujar el papel en ellas del Mediterráneo.
En este contexto, tras recordar que “el puerto de Bilbao no está en el Mediterráneo”, el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala, anunció que “la costa atlántica de África se va a desarrollar sí o sí, porque además tienen derecho a hacerlo”.
Por ello, “debemos ser inteligentes para poder estar preparados ante este escenario”.
En estos momentos, según Barkala, “el debate ha basculado desde el Mediterráneo hacia otras latitudes, por lo que debemos tejer una red porosa y activar otros corredores, ya que una única apuesta siempre es perdedora”.