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Cuando volvamos de vacaciones, el 15 y el 44 seguirán estando allí

  • Última actualización
    29 julio 2025 05:20

Mientras que para unos las vacaciones están prácticamente a la vuelta de la esquina, para otros ya son historia. Les confieso que las últimas semanas han sido algo más largas de lo esperado, donde una agenda en evidente declive no ha ayudado a que las horas hayan pasado más ligeras. No obstante, tras años de experiencia, la actualidad es un ser vivo muy caprichoso, así que el antes de apagar el ordenador y desconectar el teléfono habremos de analizar dos cifras muy importantes: el 15 y el 44.

El pasado domingo, la Unión Europea y Estados Unidos alcanzaban un acuerdo para cerrar, al menos por el momento, la guerra comercial que Donald Trump decidió abrir el pasado mes de abril. Y aunque me pese reconocerlo, el presidente estadounidense ha ganado el envite. Antes de la llegada del magnate a la Casa Blanca por segunda vez, la carga arancelaria en las relaciones comerciales entre ambos mercados era prácticamente inexistente (4,8%). La amenaza de Trump de imponer tasas masivas a las exportaciones de la UE hace que el acuerdo alcanzado y que cifra en un 15% esos aranceles parezca un éxito. Pero nada más lejos de la realidad. ¿O es que acaso se nos olvida que cuando en abril empezaron las negociaciones, Washington redujo sus aranceles recíprocos a un 10% que se sumaban a ese 4,8% general? Del 14,8% a un 15%. Hace un par de años, el arancel medio a las importaciones europeas a Estados Unidos era del 1,45% en 2023, a la inversa del 1,32%. Echen cuentas. Puedo entender que la Comisión Europea presidida por Úrsula Von der Leyen no haya querido poner en riesgo una relación comercial valorada en 870.000 millones de euros el año pasado. Pero dar por bueno este acuerdo deja en una clara posición de inferioridad a la economía europea. No hace falta ser muy observador para ver quién ha salido ganando.

Cuando volvamos de vacaciones, el 15 y el 44 van a seguir estando ahí. Por mucho tiempo

El otro gran asunto de estos días ha sido la publicación de la orden ministerial que modifica el Reglamento General de Vehículos y que aprueba las 44 toneladas, una reivindicación de las empresas cargadoras vista con serio escepticismo por el sector de la carretera. No tanto por el hecho de transportar cuatro toneladas más, sino porque la norma aprobada no recoge de manera específica la adecuación de los precios del transporte a los nuevos sobrecostes que generará la implementación de esta medida. ¿Repercutirán todas las empresas de transporte ese sobrecoste a sus clientes? Deberían hacerlo. ¿Lo harán realmente? Está por ver en un negocio tan atomizado y que en contadísimas ocasiones ha hecho gala de una verdadera unidad de acción. Dos de las asociaciones de cargadores más importantes de este país, ACE y Transprime, han asegurado que actuarán de buena fe. No es mal comienzo, aunque habrá que estar atento a la evolución de esta situación. No sería de recibo que, como en ocasiones anteriores, sea sólo una parte la que tenga que asumir al 100% unos sobrecostes en aras de una mayor competitividad.

15% y 44 toneladas. No olviden estas dos cifras este verano. Descansen. Disfruten. Carguen las pilas. Tomen el sol, báñense, acérquense al chiringuito o al bar del pueblo a tomar el aperitivo. Denlo todo en las verbenas. Aprovechen para ver a esos familiares con los que es prácticamente imposible coincidir durante el año. Cojan ese libro que tienen un poco abandonado. Hagan algo de deporte. Y si pueden, desconecten de este sector logístico nuestro por unos días. Porque cuando volvamos de vacaciones, el 15 y el 44 van a seguir estando ahí. Por mucho tiempo.