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Desconocimiento y desconfianza

  • Última actualización
    24 marzo 2022 05:20

Tengo la certeza de que existen un par de claves que pueden explicar, en gran parte, los problemas que tiene nuestro querido sector logístico: desconocimiento y desconfianza.

Efectivamente, a nadie se le escapa que prácticamente todos los colectivos que intervienen en la cadena logística son unos grandes desconocidos para la sociedad. Y ya no hablamos tanto de su existencia, como de su directa y fundamental incidencia en la sociedad y en la economía de cada región.

Y ya se sabe lo que sucede cuando se desconoce. Porque al final uno de los conceptos es consecuencia del otro y es una evidencia que el desconocimiento genera desconfianza.

Utilizando esta regla de tres, parece sencillo adivinar que la solución pasa por atajar uno de los problemas y, en este caso, es más que evidente que fomentando el conocimiento se podría generar una mayor confianza, y no al revés.

Y esto que parece tan sencillo es tremendamente complicado, aunque en el fondo todo sea cuestión de comunicación. Es fundamental comunicar, y comunicar bien. Pero también hay que saber cómo hacerlo y ser conscientes de que no sólo se comunica a través de notas de prensa o a golpe de redes sociales.

Las instituciones, las empresas o cualquier colectivo necesitan comunicar a través de sus personas. Los representantes públicos transmiten valores directamente sin necesidad de hablar y lo hacen a través de la comunicación no verbal, mediante sus actos, sus presencias, sus ausencias, su empatía...

Y tampoco vale salir al ruedo cuando hace buen tiempo. La buena comunicación requiere bajar a la arena, quitarse las zapatillas y bregarse con casi cualquier Miura que se plante delante, todo sea dicho con todo el respeto... hacia los toros, claro.

La atomización y el ombliguismo nos hace más pequeños y necesitamos volumen y dimensión

Esa forma de relacionarse con el entorno y con los grupos de interés también genera confianza porque, en definitiva, está propiciando el conocimiento. Es fundamental ser constantes y asumir esa necesidad como un pilar fundamental y prioritario de la gestión, siendo conscientes, como siempre digo, que tan importante es el departamento de Explotación o el de Dominio Público como el de Comunicación. Y así lo defenderé siempre, ante quien sea.

No nos engañemos y bajemos a la rena, si mayoritariamente la sociedad apoya la causa de los transportistas es porque necesita que se restablezca la normalidad y que los lineales vuelvan a estar llenos. Si en un momento dado se anhela que se desencalle el “Ever Given” es porque se necesita que la cadena de suministro vuelva a tensarse y asegurar así el buen funcionamiento del sistema.

La solidaridad con nuestro sector acaba cuando se empieza a restablecer la normalidad. Somos esenciales para garantizar el bienestar de todos, pero a casi nadie le importa saber cuál es el coste de garantizarlo.

Sigo reclamando, no me cansaré nunca, unidad sectorial. Necesitamos interlocutores que sean capaces de aglutinar los intereses de varios colectivos unidos por el ámbito de la logística. La atomización y el ombliguismo nos hace más pequeños y necesitamos volumen y dimensión para ser más fuertes, más sector, más independientes y necesarios.

El prefijo des- no es otra cosa que una negación de la palabra que va a continuación, debemos ser capaces de despojar a estos dos palabros (desconfianza y desconocimiento) de ese prefijo para conseguir precisamente eso: conocimiento y confianza. Seguimos.