Menú
Suscripción

Fase de desplome de fletes

  • Última actualización
    09 noviembre 2023 05:20

No hace demasiado tiempo, coincidiendo con la pandemia (aunque de eso va a hacer ahora cuatro años #hayquevercomopasaeltiempo), hablábamos en esta misma columna del mercado de fletes marítimos, que son cíclicos y se rigen por los flujos de caja y el balance de las cuentas de las navieras, entre otras cuestiones.

Nos encontrábamos entonces en un momento de recuperación de los fletes marítimos. En condiciones normales, sin pandemia de por medio, el ciclo sigue con una necesidad de aumentar la flota (capacidad) para dar respuesta a la creciente demanda, lo que genera optimismo y, a continuación, el pedido de nuevos buques. Cuando esos nuevos pedidos entran en el mercado y existe una amplia disponibilidad se produce una sobrecapacidad, por lo que los fletes marítimos comienzan a descender de nuevo. Esa tendencia a la baja provoca una caída en el pedido de nuevos buques, cae la capacidad y se recupera la demanda. Justo en ese momento, en el que se alinean capacidad y demanda, se produce una recuperación de los fletes. Y vuelta a empezar.

Y esto ha sido siempre así no sólo en el sector marítimo sino en otras muchas industrias que son conocedoras de las virtudes y problemas que genera un comportamiento cíclico del mercado.

Las diferencias podemos encontrarlas en las causas que provocan las situaciones, pero en esencia es siempre igual. Por ejemplo, durante la pandemia la escasez de espacios de carga se produjo por una decisión concreta de las navieras al reordenar sus líneas marítimas.

El incremento bestial de los fletes en 2020 tuvo su explicación en la explosión de la demanda

El incremento bestial de los fletes en 2020 tuvo su explicación en la explosión de la demanda debido al cambio en los hábitos de consumo durante la pandemia y los desequilibrios de la cadena de suministro, que redujeron la productividad portuaria y la disponibilidad de los contenedores, restringiendo la capacidad del mercado. Los dos años siguientes se mantuvieron unos fletes altísimos y una rentabilidad récord de las navieras.

¿Dónde estamos ahora? Pues según el ciclo antes desarrollado estaríamos en el momento de caída de los fletes porque ya existe una sobrecapacidad para absorber la demanda actual (que no es la misma que la de hace un par de años, obviamente). Poco a poco debería ir descendiendo el número de espacios disponibles en el mercado hasta que se recupere la demanda, que es lo que provocará de nuevo la recuperación de los fletes.

Y ¿cuándo va ser esto? Bueno, pues aunque lo parezca esto no son matemáticas y los modelos son incapaces de predecir si va a aparecer un elemento disruptivo que va a hacer cambiar el panorama de un día para otro, si los conflictos bélicos van a acabarse o si van a surgir nuevos, si vamos a tener que enfrentarnos a una nueva pandemia procedente de vete tú a saber dónde o si nos acabamos de pegar un tiro con la ETS...

Lo que sí parece seguro en el corto plazo es que la erosión de los fletes puede continuar una temporada y no habría que esperar en 2024 más que una delicadísima situación del mercado, acrecentada por la situación geopolítica y su influencia directa sobre el mercado marítimo mundial.

También es momento de estar muy pendientes de las decisiones de las navieras y su estrategia sobre las líneas marítimas y los puertos de escala ante la redefinición de las alianzas o los efectos derivados de la normativa ETS de derechos de emisión de gases de efecto invernadero, que se ya se verán en 2024.

Auguro un año especialmente complicado... pero ya estamos desgraciadamente acostumbrados a capear temporales, así que saldremos adelante.