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La dificultad de ponerle puertas al campo

  • Última actualización
    12 diciembre 2023 05:20

Es cierto que no hace mucho hablaba en este mismo espacio sobre la presencia de la inteligencia artificial en entornos portuarios, una situación que presenta tantas ventajas como recelos. Permítanme retomar el tema porque, si a lo largo de los últimos meses hemos tenido oportunidad de digerir cómo esta influyendo la IA en la competitividad portuaria, el acuerdo alcanzado en el seno de la Unión Europea para alumbrar la primera ley de inteligencia artificial del mundo nos puede cambiar un poco el paso y, por tanto, el contexto.

La nueva ley nace para proteger los derechos de los ciudadanos que podrían verse erosionados con el desarrollo de esta nueva tecnología. En esencia, no se prohíbe la utilización de la IA, sino que se pone coto a ciertas prácticas. Los sistemas de vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos sólo podrán ser empleados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y hará falta una autorización judicial sobre una lista muy restrictiva de crímenes, al igual que se permitirá la búsqueda de una persona condenada o sospechosa de haber cometido un crimen grave. El uso de la vigilancia en tiempo real se limitará a la búsqueda de víctimas de secuestro, tráfico humano o explotación sexual, la prevención de una amenaza terrorista o para la identificación de sospechosos de crímenes muy graves. Por otro lado, los sistemas generativos de IA deberán ser transparentes e informar en todo momento que ese contenido ha sido realizado a través de esta tecnología. Esta nueva normativa no entraría en vigor como pronto hasta finales de 2026, aunque hay algunas de sus partes que antes de un año ya estarán plenamente operativas, sobre todo las relativas a los límites y prohibiciones.

La pregunta del millón es saber qué influencia e impacto tendrá la nueva Ley de IA en el sector logístico

Esto es, es esencia, lo que dice la nueva ley. La pregunta del millón es saber qué influencia e impacto tendrá en el sector logístico, una industria que en los últimos años ha hecho una apuesta muy grande por la implementación de estas nuevas tecnologías en su día a día. Son numerosos los puertos y empresas que se encuentran inmersas en este momento en proyectos que tienen a la IA como pilar fundamental. La inmensa mayoría de ellos se sustentan en el aprendizaje automático basado en la toma de datos y el análisis predictivo. Por lo que se conoce hasta ahora, y dadas las restricciones acordadas por la Unión Europea, todos estos proyectos parece que tienen el camino libre para seguir adelante sin tener que replantearse su cronograma para adaptarse a esta nueva ley.

Sin embargo, hay otros proyectos que utilizan el reconocimiento facial para confirmar la identidad de usuarios de las instalaciones logísticas, o para proporcionar a éstos nuevas experiencias con las que sacar más partido a su presencia en esos entornos logísticos. ¿Qué pasará con éstos? ¿Van a tener que echar el freno? Si es así, ¿podrán asumir estos retrasos? Y, sobre todo, y también muy importante, ¿qué pasará con todos los recursos, tanto económicos como humanos, que se han activado para que estos proyectos puedan concluirse con éxito? Este tipo de proyectos no son baratos, y requieren de una potente inversión, ya sea pública o privada. Tal y como está la situación, no creo que podamos permitirnos malgastar ni un solo euro, venga de donde venga. ¿Han tenido en cuenta los legisladores esta casuística? Si el proceso de análisis ha sido el mismo que con el ETS, les hago un spoiler: no. Además, y dado que la IA evoluciona de manera exponencial, ¿la ley que entre en vigor en 2026 será la misma que ahora? Lo dudo mucho.