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Pico y pala

  • Última actualización
    24 octubre 2023 05:20

Pico y pala. Fue una de las expresiones más escuchadas ayer durante el acto de toma de posesión de Mar Chao como presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia, que se convirtió en toda una declaración de intenciones, no sólo de la propia protagonista, sino de los muchos representantes institucionales que se dieron cita en el Edificio del Reloj del Puerto de Valencia.

Creo que nadie va a poder acusar a Mar Chao de no dedicarse en cuerpo y alma a todos los retos a los que se enfrenta Valenciaport en los próximos años, una filosofía que ha aplicado en todas y cada una de las responsabilidades profesionales que ha desempeñado. Y me da la sensación de que la presidencia de Valenciaport no va a ser una excepción. Lo dejó muy claro ayer: “Desde la Autoridad Portuaria de Valencia trabajaremos sin descanso para generar prosperidad a nuestra querida Comunitat Valenciana y a España, incrementando la competitividad de nuestros clientes mediante la prestación eficaz y sostenible de servicios logísticos y de transporte, todo ello sin olvidarnos del entorno”. Es ese “sin descanso” el que nos debe dar pistas de lo que será la labor de Mar Chao al frente de la APV. Ya saben, pico y pala.

Tenía razón ayer en una cosa la presidenta del Puerto de Valencia. El mundo no se detiene por nada. Fuera de la valla del puerto, tal y como se refirió ayer, pasan muchas cosas y a una velocidad a la que en ocasiones es complicado adaptarse y dar respuesta. Mar Chao es consciente de ello, y por eso pidió la complicidad y ayuda del personal de la propia APV, la comunidad portuaria y logística y de las propias instituciones.

Hace falta un trabajo constante, callado y discreto para lograr afrontar con éxito los retos de Valenciaport. De eso, la nueva presidenta de la APV sabe un rato

Los dos primeros ya los tiene. Y el tercero, el de los poderes públicos, parece que también. Tanto la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, como el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, aseguraron que ayer comenzaba una nueva etapa de entendimiento. El mensaje fue muy claro: antes no lo había. Y como no lo había, era imposible que los grandes proyectos que tiene pendiente Valenciaport -ya saben ustedes de qué estamos hablando- salieran adelante. Por lo que parece, y escuchando a los que ayer tomaron la palabra, eso se ha acabado. Consistorio y Consell abren sus líneas de comunicación y colaboración con la Autoridad Portuaria de Valencia, y viceversa. Y hemos de felicitarnos por ello. Entenderse sin estériles polémicas de por medio es un gran paso.

Sin embargo, esa unidad no debe hacernos perder el foco. Es cierto que esa unión va a ser uno de los pilares fundamentales en los que Mar Chao deba apoyarse para que la voz del Puerto de Valencia se oiga donde se tenga que oír. No sólo estamos hablando de la Terminal Norte, sino de lo que va a pasar en el futuro con La Marina del Puerto de Valencia, los proyectos de conectividad ferroviaria del enclave con su hinterland, las acciones a desarrollar para lograr una actividad portuaria de cero emisiones contaminantes en el año 2030, sin olvidar la apuesta por la innovación. Valenciaport va a tener que hacerse oír en el Palacio de La Moncloa, cierto. Pero también en el Ayuntamiento de Valencia y el Palau de la Generalitat Valenciana. Esa unión de la que hicieron gala ayer las tres instituciones va a ayudar a que esos retos lleguen a buen puerto, pero no será suficiente. Hace falta un trabajo constante, callado y discreto para lograrlo. De eso, la nueva presidenta de la Autoridad Portuaria de Valencia sabe un rato. Ya saben, pico y pala.