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Recomponiendo el puzle de Valenciaport

  • Última actualización
    15 junio 2023 05:20

Sin temor a equivocarme, creo que la entrada de CMA CGM en el accionariado de Cosco Shipping Ports (Spain) Holding es una de las noticias del año por lo que respecta al sector marítimo-portuario. Digamos que lo tiene todo: novedad, proximidad, trascendencia, alcance local, nacional e internacional, algunas dosis de incertidumbre y expectativas.

No es que fuera algo novedoso (el que más y el que menos ya sabía que se estaba fraguando el acuerdo), pero cuando cristaliza un movimiento empresarial de estas dimensiones parece que se estremecen todos los cimientos, por aquello de que nunca se sabe si habrá continuidad o saltará todo el establishment por los aires.

Poco a poco se van calmando las aguas y la transparencia de la información va haciendo su trabajo. La serenidad regresa y permite que las piezas del puzle vayan encajando con toda la lógica que el mercado y la realidad empresarial permiten. Y es que el Puerto de Valencia del futuro tenía un par de piezas que no terminaban de cuadrar.

Dando por hecho que la Terminal Norte de contenedores de MSC saldrá adelante (pese a quien pese), en unos pocos años la naviera suiza concentrará toda su actividad, previsiblemente, en la nueva Terminal Norte. Los tráficos que actualmente deriva a la terminal de CSP, que son un volumen sensible, dejarían de pasar por el Muelle Príncipe Felipe que gestiona COSCO.

Bien sabemos que en periodo electoral va a ser complicado que veamos la luz

La lógica nos dice que con la entrada de CMA CGM en CSP Iberian Valencia Terminal quedará solucionado en gran parte este problema, dando por hecho que la naviera gala incrementará el volumen de sus tráficos en Valencia. La primera pieza cuadra, o por lo menos tiene un hueco en el que poder encajar.

La segunda pieza que queda suelta es la que genera mayor incertidumbre y promete, además, dilatarse en el tiempo durante unos años. ¿Qué sucederá con la actual concesión de MSC en el Muelle de Fangos? ¿Quién ocupará ese espacio?

Las quinielas que ahora podamos hacer al respecto tienen poco fundamento porque, al margen de la lógica, hay que contar con lo que puede suceder en el mercado marítimo-portuario mundial en un periodo de tiempo aproximado de cinco años, algo que nadie en su sano juicio se atreve a pronosticar.

Suponiendo que no va a haber grandes cambios en ese tiempo, las apuestas más plausibles pasan por tres escenarios: la ampliación de la concesión de alguno de los ya existentes, el mantenimiento del esquema tal y como está ahora o la entrada de un nuevo operador.

Buscando el interés general es difícil hacer conjeturas, aunque si me dieran a elegir, me encantaría ver la entrada en juego de un quinto operador, obviamente no tendría las dimensiones de los ya existentes, pero sí podría contar con un volumen de tráficos locales con los que se adaptaría perfectamente a las características del Muelle de Fangos.

Como decía, es fácil hablar y lanzar ideas al vuelo sin tener en cuenta los muchos condicionantes que podemos encontrarnos en los próximos meses. El primero de ellos, el que ha de posibilitar el futuro movimiento de piezas, es el desbloqueo de la Terminal Norte de Contenedores.

Bien sabemos que en periodo electoral va a ser complicado que veamos la luz, por lo que no nos queda otra, una vez más, que esperar unos meses a ver por dónde amanece. Lástima que los tiempos entre la política y las necesidades del mercado estén tan descabalgados, lástima que sigan viviendo en un mundo paralelo que en nada beneficia a los ciudadanos.