Menú
Suscripción

Skynet no podrá gestionar un puerto

  • Última actualización
    07 noviembre 2023 05:20

Empecemos este Punto de Fuga con un pequeño juego. Si les digo inteligencia artificial, seguramente a muchos de ustedes lo primero que les viene a la mente son escenarios de ciudades futuristas totalmente automatizadas, donde nuestros coches se conducen solos, una máquina gestiona nuestro hogar y donde los seres humanos miramos al infinito desde nuestros grandes ventanales con una taza de té humeante en la mano. Hemos visto estos escenarios en innumerables ocasiones. A los más cinéfilos les asaltarán imágenes de futuros distópicos en los que la IA ha tomado el control y se ha rebelado contra la raza humana. Ejemplos los tenemos a patadas. Quién no recuerda “The Matrix”, o mejor aún, la primera y segunda de las películas de la saga “Terminator”, con una inteligencia artificial llamada Skynet empeñada en borrar al ser humano de la ecuación de la historia.

No sabemos si en un futuro muy lejano esa IA será capaz de fabricar por sí sola decenas de miles de T-1000 con la cara de Conan el Bárbaro o conectar a los seres humanos a cables, convertirnos en baterías y engañar a nuestra consciencia con una realidad paralela. Por el momento, nos ha regalado una canción inédita de The Beatles, “Now and Then”, un tema inacabado de John Lennon, grabado en 1978 como un solo de piano y voz y que hoy, 7 de noviembre de 2023, ya se puede escuchar y ver gracias a la IA, que se ha encargado de limpiar el sonido, separar la voz y el piano e incluir el resto de los instrumentos. Imagino que los más fanáticos del cuarteto de Liverpool ya lo habrán visto. Personalmente no le he encontrado ninguna gracia.

De nada vale que los ecosistemas portuarios avancen en el desarrollo de sistemas de IA si el resto de la cadena logística no lo hace

Canciones aparte, lo que sí sabemos es que la inteligencia artificial ya no es algo ajeno ni desconocido en los entornos portuarios y logísticos. Hoy día, grandes puertos como Singapur, Los Ángeles o Róterdam ya utilizan sistemas de IA en su día a día, con los que han logrado optimizar el uso del espacio portuario y mejorar la planificación y programación del tráfico de buques, conocer los momentos más idóneos para la carga y descarga, lograr un mantenimiento predictivo más preciso y mejorar la seguridad. Las navieras no quieren quedarse atrás: sensores que ayudan a optimizar el uso del combustible y reducir las emisiones de dióxido de carbono, a monitorizar contenedores y la carga que transportan, a planificar rutas marítimas, a predecir situaciones de riesgo para el buque y su tripulación y a anticiparse en labores de mantenimiento de las flotas. Estos beneficios, que ya se pueden palpar, son indudables. Y no queda más que felicitarse por ello.

Pero ¿estamos preparados para una implementación a gran escala de la IA en el sector logístico y portuario? Tecnológicamente, en unos años sí será posible hacerlo. ¿Y socialmente? Yo diría que no. La inteligencia artificial despierta recelos entre los trabajadores, que temen perder su empleo. Además, el cambio de mentalidad que se requiere para poder transformar los actuales perfiles laborales a los que se demanden en un futuro es un proceso que se alargará en el tiempo. Como con muchas otras tecnologías disruptivas, la propia tecnología va más rápido que la reacción del propio ser humano. Pero vayamos más allá. ¿Vamos a poder dar respuesta a todas las incógnitas que en materia de ética o protección de datos surgen de manera casi diaria por la evolución tan rápida de la propia IA? En estos momentos, no. Y para acabar de rizar el rizo. De nada vale que los puertos avancen en el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial si el resto de la cadena logística no lo hace.