La realidad siempre supera la ficción. Que ¿no? Lean con atención y luego me cuentan a ver qué opinan.
En agosto de 2015 Francisco Toledo accedió a la presidencia de PortCastelló sustituyendo en el cargo a Juan José Monzonís, que ocupó esa responsabilidad por espacio de catorce años, que se dice pronto.
Toledo fue presidente de la Autoridad Portuaria durante cuatro años y medio, hasta que en febrero de 2020 fue llamado a ocupar la presidencia de Puertos del Estado. Fue entonces cuando el cargo quedó sin inquilino por espacio de siete meses, aunque lo ejerció en funciones la directora Ana Ulloa.
Pasado el verano de 2020 se confió la presidencia de PortCastelló a Rafa Simó, quien en marzo de 2023 fue sustituido por Enrique Vidal en un doble salto mortal de Ximo Puig, con Aurelio Martínez también por el aire, que acabó finalmente en caída no deseada sobre la red.
A lo que voy: quien se incorporó al sector logístico castellonense en plena pandemia ha tenido la suerte de conocer a tres presidentes, y en cuestión de semanas conocerá al cuarto.
Pero todo esto no acaba aquí. Roberto Arzo puso fin a su trayectoria como director de PortCastelló en octubre de 2018 y fue sustituido a continuación por Ana Ulloa, hasta que en julio de 2021 dejó su cargo a José María Gómez quien este mismo mes ha salido hacia Cartagena dejando la dirección a Maritina Vidal, a quien le deseamos una larga y fructífera trayectoria, por el bien de todos.
Hay que poner el foco en el entramado empresarial e industrial
Resumiendo: en apenas un lustro el Puerto de Castellón va a contabilizar cuatro presidentes y cuatro directores. ¿Se les ocurre otra expresión diferente a “esto es un cachondeo” para calificar la situación?
No busco culpables. Cuando no ha sido la política, han sido las circunstancias personales y particulares las que han dibujado esta situación. Afortunadamente, se ha podido vivir de gestionar la inercia y el empuje inicial de quienes iban ocupando cargos, pero por encima de todo se ha conseguido salir adelante gracias a la profesionalidad del equipo humano de la Autoridad Portuaria y a la paciencia infinita y el buen trabajo de las empresas concesionarias y usuarias del recinto portuario.
Esto nos viene a recordar que quizás no es tan importante quién figura oficialmente al frente de una presidencia, sino que es mucho más efectivo contar con un equipo fuerte (con dirección a ser posible) y lo suficientemente dimensionado (algo que por cierto Castellón no ha conseguido todavía pese a haber ascendido al grupo II de los Puertos del Estado... cosas incomprensibles y lamentablemente comunes de la Administración).
La misma situación nos deja otra conclusión fundamental: hay que poner el foco en el entramado empresarial e industrial. Un puerto no es un fin en sí mismo y desaparecerá sin compasión el día que deje de ser útil a la economía. Descuidar la buena salud del tejido empresarial, poner palos en las ruedas, gravar su actividad o ningunear su incidencia sobre la generación de riqueza y empleo de una región es lo mismo que caminar hacia el precipicio.
Por si no lo habían advertido estoy dando pistas sobre el perfil que los logísticos deseamos para determinados cargos. No tengo ninguna duda de que todos estamos de acuerdo.
Recuerden mantener sus teléfonos bien cargados de batería y asegúrense de tener cobertura. Yo la dejo ahí botando. Por si acaso.
