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MARÍTIMO · Jan Hoffmann, responsable de Transporte Marítimo y Puertos del Banco Mundial

“El flete de 2050 será un 80% más alto de lo que sería sin las medidas de descarbonización”

El Banco Mundial pronostica que las medidas de reducción de gases de emisión de efecto invernadero en el transporte marítimo impactarán de forma directa en un aumento de los costes de este modo en las próximas décadas.

Valencia. Según el máximo responsable de Transporte Marítimo y Puertos del Banco Mundial, Jan Hoffmann, “el flete de 2050 será un 80% más alto de lo que sería sin la implementación de las medidas de descarbonización”.

No obstante, Hoffmann matiza que este aumento “podría no ser tan acusado”, ya que “actualmente no podemos conocer cómo influirán las nuevas tecnologías y las futuras normativas ambientales, unas variables que podrían reducir ese aumento de los costes”, aunque sí ha dado por descontado ese crecimiento.

Esta es una de las principales conclusiones del III Workshop Cátedra Valenciaport de Economía Portuaria APV-UV celebrado ayer, que bajo el título “Las cadenas de suministro y los puertos frente al nuevo escenario global: desafíos y oportunidades”, reunió a expertos en economía portuaria y logística para analizar los retos y oportunidades del comercio marítimo y los puertos en un contexto global cambiante e incierto.

Según Hoffmann, “nadie cuestiona el objetivo de llegar a esas cero emisiones, pero sí habría que plantearse cuál es el camino para lograrlo”. Por ello, el representante del Banco Mundial insta a aprovechar “las oportunidades que se abren para el sector marítimo y portuario”, poniendo en el centro de la ecuación el rol que deben jugar los puertos, “ya que además de reducir sus propias emisiones, pueden ser colaboradores activos de sus clientes”.

En ese sentido, el desarrollo de energías limpias, una mejor preparación ante el cambio climático, la posibilidad de atender diferentes tipos de buques, la puesta en marcha de sistemas OPS, convertirse en proveedores de nuevos combustibles, la búsqueda de nuevas cargas, o la apuesta por la innovación y los procesos de transformación digital son “oportunidades que los puertos no deben dejar pasar”.