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Grimaldi inaugura el primer OPS de una terminal de ferris del Puerto de Barcelona

Representantes de Grimaldi, Trasmed y Port de Barcelona han participado esta mañana en la inauguración del primer sistema de conexión eléctrica a tierra (OPS) en una terminal de ferris del Puerto de Barcelona

BARCELONA. La conexión OPS en la Terminal de Grimaldi permitirá a los buques apagar sus motores auxiliares mientras permanecen en puerto, eliminando la emisión de gases contaminantes. En este sentido, el presidente de Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha recordado que el 47% de las emisiones generadas por el Puerto de Barcelona provienen de los motores de los barcos atracados en los muelles. La inauguración de hoy, ha destacado Carbonell, “es un paso más” para conseguir electrificar todos las terminales de cruceros y ferris del Puerto de Barcelona antes de 2030. Además, cabe recordar que la terminal BEST ya inauguró el año pasado su OPS y se convirtió en el primer puerto del Mediterráneo en conectar un portacontenedores.

También intervino en el acto el consejero delegado de Grimaldi Logística de España, Mario Massarotti, quien puso de relieve la colaboración público-privada para conseguir electrificar la terminal de Grimaldi y que los buques reduzcan las emisiones mientras estén atracados. La compañía italiana ha invertido 1,5 millones de euros para adaptar sus barcos para que puedan ser conectados a la red eléctrica. Massarotti ha subrayado que Grimaldi Lines ya opera en el Puerto de Barcelona con varios buques equipados con tecnologías que les permiten alcanzar cero emisiones durante su estancia en puerto. El directivo de Grimaldi ha aprovechado el acto para explicar que la compañía construirá un nuevo aparcamiento para coches en su terminal de Barcelona que estará cubierta por placas fotovoltaicas que permitirán, dentro de unos años, conseguir la neutralidad de emisiones de su terminal en el Puerto de Barcelona.

Compromiso con la sostenibilidad

Por su parte los representantes de Puertos del Estado y la Generalitat de Catalunya han subrayaron el “compromiso por la sostenibilidad” como uno de los principales retos que afrontan las administraciones y los puertos. El director de explotación de OPPE, Pedro García Navarro, ha señalado al Puerto de Barcelona como “referente en la electrificación de sus muelles” y ha recordado que el conjunto de puertos de interés general duplicarán su consumo eléctrico en los próximos años como consecuencia de la electrificación de sus muelles. García Navarro ha cuantificado en 800 millones de euros las inversiones que llevarán a cabo el conjunto de Autoridades Portuarias para tirar adelante esta electrificación.

A su vez, la consellera de Terriotori, Sílvia Paneque, ha destacado la capacidad del Puerto de Barcelona para “ser pionero” en la instalación de los sistemas OPS y también ha subrayado la importancia de la colaboración público privada. Paneque, como ya ha hecho en otras ocasiones, ha enfatizado la importancia de impulsar un Plan de Transición energética por parte del Puerto de Barcelona y ha reconocido la importancia del recinto para ayudar al “crecimiento sostenible” que pretende el Govern de la Generalitat.

El nuevo OPS eliminará más de 2.000 toneladas de CO2 anuales

La posibilidad de conectar a diario los dos barcos que cubren la línea Barcelona-Palma multiplicará el impacto positivo del nuevo sistema. Deteniendo los motores durante su estancia en el Puerto de Barcelona, estos barcos dejarán de emitir de media 6,14 toneladas de CO2 por escala, lo que significa eliminar 2.090 toneladas de CO2 anuales. La proximidad de la terminal a la ciudad, ubicada junto a la plaza de las Drassanes y a menos de 200 metros de las primeras viviendas del Poble-sec, incrementa el impacto positivo de este sistema para la ciudadanía, mejorando la calidad del aire en Barcelona y reduciendo el ruido.

El sistema actual permite conectar un único barco, pero la instalación se ha diseñado para hacerla fácilmente ampliable de forma que se puedan conectar dos barcos de forma simultánea en los dos puntos de atraque del muelle de Sant Bertran. El sistema ha tenido un coste de 3,5 millones de euros.