VALENCIA. Así lo han confirmado tres mandos de la Policía Nacional-el jefe Central de Apoyo de la Comisaría General de la Policía Judicial, el comisario jefe de la Brigada Central de Apoyo y el inspector jefe de la Udyco de Valencia- en una comparecencia pública ante los medios de comunicación para explicar los pormenores de la desarticulación de una red de narcotráfico que operaba en el Puerto de Valencia.
Por el momento, la “Operación Spider” se ha saldado con la detención de un total de 81 personas -tres del cártel de los Balcanes, 17 trabajadores portuarios, nueve camioneros, 17 responsables de cinco empresas, entre otros-, y se han llevado a cabo 59 entradas y registros en diferentes localidades de la provincia de Valencia y en Ibiza, donde se han incautado más de 4,5 toneladas de cocaína, 365.000 euros en efectivo, numerosos bienes de lujo y diversas armas de fuego.
La red contaba con “hombres araña” que se dedicaban a escalar por los contenedores para acceder hasta la mercancía, empleando además a propietarios de empresas de transporte o concesionarios de vehículos industriales y transitarias, con las que lograban legitimar el acceso al recinto portuario, tal y como han explicado los mandos policiales.
La red de narcotráfico se componía de diversos eslabones para asegurar el éxito de sus operaciones, tal y como han explicado los mandos policiales durante su intervención. Según han puesto de manifiesto en varias ocasiones, el papel jugado por “personas relacionadas con el Centro de Empleo Portuario (sic) era fundamental”.
A preguntas de este Diario a dichos mandos sobre si la relación con el Centro Portuario de Empleo de Valencia de esas “personas” se refería a personal de la propia estructura organizativa del mismo, o bien a los trabajadores portuarios que suministra el CPE a las empresas estibadoras, los representantes de la Policía Nacional se han limitado a responder que “personas relacionadas con la actividad del CPE y que tenían influencia en los procesos de selección, una influencia que les permitía introducir a gente relacionada con la trama en los turnos de trabajo para poder acceder a la droga”.
La investigación, que arrancó a principios del pasado año 2024, permitió determinar la existencia de una organización criminal que operaba como un cártel de droga en el Puerto de Valencia, según han explicado los representantes policiales. En el transcurso de la misma, la Policía Nacional ha conseguido frustrar ocho operaciones de extracción de cocaína.
Las numerosas indagaciones realizadas permitieron confirmar la implicación de personal que desarrolla su labor profesional en el Puerto de Valencia en dicho entramado criminal, “encontrándose entre ellos estibadores, camioneros, empresarios del sector del transporte, los cuales estaban perfectamente coordinados mediante una clara división de tareas”, afirman desde la Policía Nacional.
Además, según las pesquisas, el entramado delictivo utilizaba varios métodos sofisticados para extraer la cocaína del interior del Puerto de Valencia para su posterior distribución a gran escala. Para ello, contaban con “hombres araña” que escalaban por los contenedores al objeto de acceder a la mercancía ilícita.
Tras una ardua labor de investigación, los agentes efectuaron 59 registros domiciliarios en Valencia ciudad y diversas localidades -Bétera, Alboraia, Picassent, Chiva, Benetússer, el Perellonet, Balcón de Montroy, la Pobla de Vallbona, Canet de Berenguer, Sueca, Godelleta, Albalat dels Tarongers, Mislata, Aldaia, Puçol, Massamagrell, Massalfassar, Sedaví, Algemesí, Quart de Poblet y Sagunto-, y en la isla de Ibiza, “así como en Burgos y Algeciras”, han señalado los mandos policiales. Se ha logrado intervenir más de 4,5 toneladas de cocaína, 365.000 euros en efectivo y diversas armas de fuego, tales como un rifle, una escopeta, tres revólveres, un arma corta, dos bolígrafos pistola, dos armas simuladas, abundante munición y tres táser.