Uno, dos, uno, dos, uno, dos... la cadena logística calienta en la banda porque en nada comienza el torneo más intenso del año. El campeonato “Todos amamos al e-commerce” arrancará con el Black Friday, tendrá una segunda jornada con el CiberMonday: Las finales se jugarán con la campaña de Navidad y las Rebajas y habrá (queráis o no) prórroga con las devoluciones. ¡Viva la logística inversa!
Los operadores logísticos se afanan en reforzar sus plantillas e incorporar los medios técnicos necesarios para la tensión que supone esta campaña millonaria en pedidos se desarrolle exitosamente.
Algunas de las compañías iniciaron las entrevistas en verano, con eso os lo digo todo. Y es que, según parece, la cosa está complicadilla en eso de atraer y retener al talento en un momento en el que la facturación del comercio electrónico en España aumenta sin visos de que deje de hacerlo. Según los datos de la CNMC, en el primer trimestre de 2025 el e-commerce en España ha crecido un 18,2% interanual hasta alcanzar los 25.752 millones de euros (ojo que este montante no incluye únicamente a las actividades logísticas) y las previsiones hablan de una progresión similar en los siguientes trimestres; así que el desafío está ahí, en que las cadenas de suministro puedan enfrentar los picos de demanda de este nuevo comercio de manera ágil y resuelta.
El e-commerce también ha transformado la logística aérea. Sí, la mercancía también vuela, aunque a algunos les explote la cabeza, y su influencia en los volúmenes, costes y rutas de carga aérea ya son comprobables
Última milla, almacenamiento y preparación de pedidos se convierten en los eslabones estrella en un momento en el que la demanda no conoce la palabra “no” -bueno y la oferta tampoco-. En este punto, velocidad y trazabilidad definen las necesidades de los operadores, por ello, según Hays, el 38% de las empresas logísticas ha iniciado inversiones en automatización, inteligencia artificial o trazabilidad digital para optimizar recursos y reducir la dependencia del refuerzo temporal.
Por cierto, y aunque algunos no lo crean, el auge del e-commerce también ha transformado de manera estructural la logística aérea. Sí, la mercancía también vuela, aunque a algunos les explote la cabeza, y su influencia en los volúmenes, costes y rutas de carga aérea ya son comprobables. Hay algunas infraestructuras aeroportuarias que deben ser lo que son a este tipo de cliente.
Como recordaba hace unos días Jesús Cuéllar, presidente de MADCargo, “el 35% del comercio mundial se mueve en carga aérea” y, en España, Madrid concentra ya el 60% de la red de carga de AENA. Es más, hasta agosto, el crecimiento interanual acumulado ha sido del 11% y el comercio electrónico ha sido la estrella que más ha brillado al representar el 20% del volumen global de mercancías. Para sorpresa de nadie, el tráfico con Asia ha crecido un 38% gracias al e-commerce y a que los flujos del comercio son imparables. Literalmente. ¿Qué impones unas restricciones en un mercado? OK, muy bien, lo que quieras... Antes de que termines de comprobar cómo han ido las cifras del trimestre, la carga habrá encontrado cómo llegar al consumidor. La mercancía está viva, muta y se adapta para cumplir con los pedidos. ¡Y menos mal! Porque ¿os imagináis la que se liaría si los estadounidenses no pudieran seguir con sus compras baratas?
Que sí, que sí, que hay aranceles y que el 14 de octubre entraron en vigor en Estados Unidos las tasas portuarias que afectan a los buques con participación, propiedad o construcción china, pero el ingenio y la “transformación” de los productos chinos con destino EE.UU. ya está en modo ON. ¿Los flujos comerciales son ingobernables? Sí son.