En la necesaria y urgente reorganización de las grandes ciudades, la distribución urbana de mercancías (DUM) debe ser uno de los principales elementos a tener en cuenta.
MADRID. Así lo pusieron de manifiesto todos los ponentes de la cuarta edición del Congreso Smart Distribution organizado ayer en Madrid por la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC.
El punto de partida de la preocupación que muestran todos los eslabones de la cadena de valor por la DUM es la aprobación en diciembre de 2022 del Real Decreto 1052/2022, por el que se regulan las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), obligatorias para los municipios de más de 50.000 habitantes en 2023. Para los transportistas y usuarios de transporte, e incluso para los propios ayuntamientos, esta normativa “no se ajusta a la realidad de los municipios” y consideran que se ha aprobado “con mucha precipitación”.
Estas afirmaciones explican que habiendo superado ya la mitad del año, tan solo siete de los 151 municipios que deben implantar las ZBE lo hayan hecho. Mientras que para el Ministerio de Transportes, el Ministerio para la Transición Ecológica y la Dirección General de Tráfico su implantación supone “un fracaso”, para ayuntamientos como el de San Sebastián, el de Málaga o el de Valencia “tan solo es un retraso”. En este sentido, sus representantes apuntaron que “la aplicación de las ZBE depende de cuestiones de ámbito jurídico, político y técnico, por lo que es un proceso largo que ya se ha iniciado”.
Con todo ello, desde AECOC se pidió en reiteradas ocasiones a la Administración “una estandarización de normativas y criterios entre todos los municipios para dar mayor seguridad y certezas a la cadena logística”.
En este sentido, los diferentes ayuntamientos representados ayer en el Congreso señalaron que “el objetivo no es que haya una armonización entre las normativas de Barcelona y Madrid, por ejemplo, sino que las haya en los municipios colindantes a las grandes ciudades”, una obligatoriedad ya recogida en el RDL.
“La aplicación de las ZBE depende de cuestiones de ámbito jurídico, político y técnico, por lo que es un proceso largo que ya se ha iniciado”
Asimismo, durante la mesa “Innovando la smart distribution en las ciudades españolas” se destacó la necesidad de que desde los ayuntamientos se abra un diálogo directo con el sector de la distribución con el objetivo de optimizar la DUM teniendo en cuenta las principales preocupaciones del sector.
Además, se habló de la importancia de implantar sensores y cámaras que permitan obtener datos del funcionamiento del núcleo urbano para, posteriormente, activar la ZBE de la manera correcta y más eficiente posible.
Descargas nocturnas
Otra de las principales conclusiones del Congreso de AECOC sobre la distribución en las ciudades fue que “la DUM requiere de medidas específicas y diferenciadas de la ZBE”, tal y como señaló el responsable de Movilidad de AECOC, José Carlos Espeso, quien añadió que “hay que garantizar el reparto de mercancías y la actividad de las empresas, porque son las que suministran a los negocios y a los ciudadanos”.
Por ello, Espeso abogó por el establecimiento de las labores de descarga en la ciudad en horario nocturno. De hecho, puso ejemplos de otras ciudades del mundo donde esta medida ya está generalizada y muestran una importante reducción de las emisiones y de la congestión en las ciudades y, en cambio, un incremento de la velocidad de reparto, de hasta un 30% en ciudades como Estocolmo.
Asimismo, propuso la creación de hubs para la entrega de paquetes en taquillas similares a los que ya funcionan en Nueva York o Seattle o el uso de drones o vehículos autónomos para el reparto de paquetes y mercancía en la ciudad. En este punto, destaca el proyecto piloto puesto en marcha en Zaragoza para la activación de 80 robots eléctricos.