MADRID. Según se puso de manifiesto durante la jornada “Smart Distribution: Infraestructuras, estándares y herramientas para la colaboración en la distribución urbana de mercancías”, organizada por CITET, Madrid es la segunda ciudad, por detrás de México DF, con la logística urbana más compleja por su ritmo frenético y una de las grandes capitales europeas con peor calidad del aire.
Por ello, “es necesario poner sobre la mesa soluciones de optimización de la distribución urbana sostenible de mercancías con Madrid como piloto de cualquier tipo de propuesta de actuación o mejora”, apuntó Santiago Vesga, responsable de Proyectos e Innovación de CITET.
Con esta premisa, Fundación Corell y CITET, junto a Piperlab han elaborado el estudio “Flujos de alimentación en Madrid”, que concluye en un primer análisis que el 73% de las mercancías que se mueven por la capital española se corresponden con el canal Horeca y alimentación.
Durante la jornada se facilitó el dato del Banco Mundial de que el 57% de la población vive en ciudades. En España, según el ministerio de Agricultura, este porcentaje se incrementa hasta el 84%, por lo que, sumado al cambio de hábitos del consumo, la gestión de la DUM se complica cada vez más.
Sin embargo, tal y como explicó Maite Gilarranz, socia y co-fundadora de Piperlab, “no se tiene conocimiento de los datos en detalle de estos flujos de movimientos dentro de la ciudad”, lo que dificulta conocer qué se mueve realmente en la ciudad y cuáles son las ineficiencias de la misma para poder optimizar la logística urbana.
El estudio, por lo tanto, se ha centrado en la construcción de los datos necesarios para conocer la situación de la DUM en la ciudad de Madrid a partir de fuentes públicas abiertas, con el objetivo de obtener la información necesaria para aplicar cualquier tipo de modelo de optimización o cualquier iniciativa innovadora.
Con todo ello, el gran reclamo en la jornada de ayer fue que sea la ciudad la que se adapte a la logística y no a la inversa. Para ello, todos los ponentes coincidieron en apuntar la necesidad de establecer una colaboración público-privada constante para dar cabida a proyectos innovadores que luego se puedan aplicar en el entorno real.
“Es el tiempo de la colaboración entre todas las partes para desarrollar proyectos y llevarlos al terreno. Se trata de innovación basada en la cooperación, con el objetivo de conseguir que la logística urbana funcione de una forma más eficiente y sostenible”, apuntó el vicepresidente de CITET, Ramón García.