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LOGÍSTICA · AECOC presentó ayer el estudio “Perspectivas para la cadena de suministro del sector gran consumo” en el 13º Congreso Supply Chain

Energía, transporte y materias primas disparan los costes logísticos del sector gran consumo

Ayer tuvo lugar en Madrid el 13º Congreso Supply Chain de la asociación de fabricantes y distribuidores, AECOC, en el que se presentó el informe “Perspectivas para la cadena de suministro del sector del gran consumo 2023”.

MADRID. En el estudio han participado 67 empresas, que representan cerca del 85% del volumen de mercancías del sector, tal y como señaló la directora de Logística y Transporte de AECOC, María Tena.

Durante el congreso se puso de manifiesto que el contexto de incertidumbre actual, agravado por los conflictos geopolíticos, la escasez de materias primas, la inestabilidad de la demanda y, sobre todo, la inflación, afecta de manera directa a la eficiencia de las cadenas de suministro.

Ante esta situación, el gran consumo aboga por la creación de cadenas de valor resilientes que permitan la adaptación a cualquier cambio.

Según el estudio, entre las principales prioridades en la cadena de suministro, el 76% de los encuestados destaca la rentabilidad de las operaciones, el 55% mejorar los niveles de servicio y el 46% implantar medidas de sostenibilidad, elemento que entra por primera vez en el top 3 de las prioridades para mejorar la cadena de suministro. Asimismo, el 43% cree necesaria una mayor digitalización de la cadena y el 42% una mejora de la colaboración con proveedores y clientes.

Por otro lado, el 45% de las empresas que forman parte de la cadena de valor del gran consumo aseguran haber experimentado un incremento de los costes logísticos de hasta el 10% a causa de la inflación. Para el 25% de las firmas, el incremento de costes soportado llega hasta el 20% y para el 20% llega hasta el 5%. Para los encuestados, la partida que más sube estos costes es la energía, que pasa del segundo al primer puesto con respecto al año pasado, con un 57%. Además, el gran consumo señala al transporte, con un 48%, y a la escasez de materias primas y su aumento de precio, con un 44%.

Con todo esto, entre las principales preocupaciones para el sector destacan la mejora de los niveles de servicio en un 46%; la gestión de riesgos e interrupciones de la cadena de suministro en un 45%; y la optimización del transporte en un 39%.

Ligera mejora

En este último año se ha detectado una ligera mejora de los niveles de servicio. En el estudio se recoge que para el 53% de los fabricantes ha mejorado recuperando los datos prepandemia; para el 32% ha mejorado, pero aún no se han recuperado los datos preCOVID; y para el 15% el nivel de servicio se ha mantenido estable o ha empeorado. En el caso de los distribuidores el panorama es muy diferente. Solo el 13% considera que se han superado los niveles prepandemia, mientras que el 65% considera que todavía no se han alcanzado. Además, el 22% de los distribuidores apunta que el nivel de servicio se ha mantenido igual o peor.

Riesgos

Los principales riesgos son la incertidumbre económica, con un 75%; las nuevas regulaciones, con un 61%, sobre todo en lo relativo al transporte y a la descarbonización; la dificultad para encontrar transporte y el incremento de esta partida, con un 55%; el incremento de precios por la escasez de materias primas (39%); y la ciberseguridad (38%), que entra en el top 5 de los principales riesgos por primera vez. “Aunque las expectativas para la campaña navideña son positivas, y tras haber pasado una campaña de verano buena, en estos momentos tenemos a un consumidor muy sensible a precios, hecho que va a afectar a la actividad que vamos a tener a finales de año”, explicó Tena.

El 60% de las empresas tienen los riesgos identificados y ya han creado planes de contingencias específicos. Sin embargo, Tena detalló que, “sabiendo que el tema de la gestión de riesgos es un capítulo muy importante para las cadenas de suministro”, todavía el “40% de las empresas no tiene planes de contingencia a pesar de tener algunos riesgos identificados”.

Las claves para mitigar estos riesgos son, en un 90% mejorar las relaciones con proveedores y/o clientes; en un 82% mejorar la visibilidad de la cadena de suministro, dotarla de mayor transparencia y más información fiable; y en un 66% mejorar los intercambios de datos y su calidad. “La información de calidad permite la mejor toma de decisiones”, subrayó la directora de Logística de AECOC.

Transporte

La tercera preocupación es el transporte de mercancías por carretera. Dentro de este apartado, la mayor preocupación recae sobre la escasez de conductores, con un 92%, cuando el año pasado rondaba el 81%. “Crece su importancia porque cada vez vemos más cerca que esto nos va a afectar y no hay ningún proyecto o iniciativa que vaya a mejorar esta situación”, apuntó Tena. Por otro lado, el 60% todavía es muy cauteloso con la situación del sector del transporte y pone en duda su estabilidad. “Conocemos que es un sector muy atomizado que se enfrenta a importantes retos y, con las experiencias pasadas, nos vemos obligados a estar alerta. Tenemos que ver qué ocurre este último trimestre, el combustible está subiendo y puede ser un factor clave”, explicó.

Por último, un 46% pone el foco en la regulación y las nuevas normativas. “Pocas cosas quedan ya por regular, pero todavía quedan y debemos estar preparados para, por los menos, trasladar a la Administración los impactos de esas regulaciones y nuestras opiniones como usuarios”, señaló.

Nivel escaso de digitalización

El nivel de digitalización todavía es escaso en aprovisionamiento y transporte, tanto de media y larga distancia como de última milla. Así lo pone de manifiesto el informe “Perspectivas para la cadena de suministro del sector gran consumo 2023” de AECOC. Según se detalla en el mismo, las empresas del sector del gran consumo están realizando importantes inversiones para revertir esta situación. Así, se destina el 69% de la inversión en automatización de procesos; el 60% en previsión de la demanda; el 59% en automatización de almacenes y robótica; el 58% al control, seguimiento y visibilidad de la cadena de suministro; y un 56% a análisis de datos.

En cuanto a la sostenibilidad, el 88% de las compañías está priorizando la aplicación de estrategias para optimizar las rutas y minimizar el transporte en vacío de sus vehículos, mientras que el 52% también ha adoptado medidas para reducir las emisiones en sus almacenes, y el 42% ha iniciado la renovación de su flota de vehículos. En relación a las barreras que se están encontrando para avanzar en la descarbonización de sus procesos logísticos, las empresas citan en primer lugar la falta de madurez y de desarrollo de las nuevas tecnologías disponibles, la escasez en la oferta de vehículos de combustibles alternativos y la falta de infraestructuras de recarga en el país.