La Organización Marítima Internacional (OMI) dará esta semana en Londres un paso histórico hacia la descarbonización del transporte marítimo global con la adopción formal del IMO Net-Zero Framework, un conjunto de medidas regulatorias que busca encaminar al sector hacia las emisiones netas cero de gases de efecto invernadero (GEI).
BILBAO. El Marco Net-Zero, respaldado por los Estados miembros de la OMI el pasado mes de abril durante el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 83), es el instrumento más ambicioso adoptado hasta ahora bajo el Convenio MARPOL.
Su adopción formal tendrá lugar esta semana en el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC), que se reúne del 14 al 17 de octubre en la sede de la OMI en Londres para debatir las enmiendas presentadas, y su entrada en vigor se prevé para marzo de 2027, marcando así el inicio de una nueva era en la regulación ambiental marítima gloonbal.
El Marco Net-Zero tiene dos pilares. Por un lado, fija un estándar mundial de combustibles marítimos, que marcará límites progresivos sobre la intensidad de emisiones de los combustibles, considerando su huella de carbono completa, desde la producción hasta su consumo a bordo.
EL DATO
+5.000
TONELADAS BRUTAS. El Marco Net-Zero afectará inicialmente a aquellos buques de más de 5.000 GT.
Por otra, contempla un mecanismo económico de fijación de precios a las emisiones, que impondrá pagos o contribuciones obligatorias a los buques que superen los niveles permitidos, creando así un incentivo financiero directo para invertir en combustibles más limpios y tecnologías de bajas emisiones. Ambas herramientas estarán recogidas en enmiendas al Anexo VI de MARPOL, que regula la contaminación atmosférica procedente de los buques.
El Marco Net-Zero afectará inicialmente a los buques de más de 5.000 GT, responsables de más del 85% de las emisiones del sector, ya sujetos a los sistemas de reporte energético de la OMI.
Los buques de entre 400 y 5.000 GT quedan por ahora fuera del alcance, aunque la OMI ha adelantado que se estudia su inclusión futura en función de la evolución tecnológica y las capacidades de verificación.
Nueva métrica GFI
Para medir el desempeño ambiental del buque, la OMI introduce la métrica GHG Fuel Intensity (GFI), que calcula los gramos de CO₂ equivalente emitidos por cada megajulio (MJ) de energía usada, y que abarca todo el ciclo de vida del combustible (“well-to-wake”), incluyendo gases como metano y óxido nitroso. Los datos deberán ser verificados de forma independiente bajo esquemas de certificación reconocidos por la OMI, garantizando credibilidad y trazabilidad en los reportes.
La OMI valora este Marco, que entraría en vigor en 2027, como el eslabón operativo que faltaba para cumplir con su Estrategia de GEI 2023, que fija la meta de las emisiones netas cero para 2050
Sistema de cumplimiento
Cada buque reportará su GFI anual a la OMI. Si supera los límites fijados, el operador deberá compensar el exceso por dos vías: Unidades excedentes (surplus units), generadas por buques más eficientes o acumuladas de años pasados; Unidades de remediación (remedial units), adquiridas con aportes al Fondo Net-Zero de la OMI.
Por el contrario, los buques que operen con niveles muy bajos de emisiones recibirán recompensas o incentivos financiados con ese mismo fondo. Este sistema busca combinar presión regulatoria con estímulos económicos, evitando sanciones punitivas y fomentando una transición ordenada.
Precios, fases y Fondo Net-Zero
El sistema económico prevé dos niveles de precios para las emisiones hasta 2030, con revisión quinquenal posterior. Los valores se ajustarán gradualmente, de manera que los operadores dispongan de previsibilidad para planificar inversiones y renovar sus flotas. La OMI subraya que el objetivo no es castigar, sino enviar señales de mercado claras que orienten la demanda hacia energías más limpias y aceleren la disponibilidad de combustibles alternativos a escala global.
Por su parte, el Fondo Net-Zero de la OMI se convertirá en el instrumento financiero central del nuevo marco. Sus ingresos, procedentes de los pagos por unidades de remediación, se destinarán a premiar a los buques y armadores que adopten tecnologías y combustibles limpios; financiar investigación, desarrollo e infraestructura portuaria para la producción y suministro de combustibles alternativos; apoyar una transición justa, ofreciendo asistencia técnica y económica a países en desarrollo, pequeños estados insulares y naciones dependientes del transporte marítimo; fomentar la capacitación y transferencia tecnológica entre los Estados miembros.
La gestión del fondo estará supervisada por un consejo designado por el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC), que rendirá cuentas periódicamente ante la OMI.
Domínguez: “El Marco Net-Zero no es perfecto pero ofrece una base”
El secretario general de la OMI, Arsenio Domínguez, abrió ayer la sesión extraordinaria del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC) en la sede de la OMI en Londres, con un recordatorio del momento clave que afronta la OMI y enmarcó el encuentro como un punto de inflexión en el proceso de convertir la Estrategia de GEI de 2023 en normativa vinculante, tras muchas sesiones de negociaciones. Domínguez recordó que se trata de un proceso “inclusivo y exhaustivo” en el que los Estados han debatido y escuchando intensa y atentamente, y reconoció visiones contrapuestas, ya que para algunos, el resultado “no es lo suficientemente ambicioso”, y para otros, los requisitos de reducción de GFI son “demasiado estrictos”. En todo caso, Domínguez defendió el Marco Net-Zero como base de compromiso: “No es perfecto”, pero ofrece una “base equilibrada” antes de su “entrada en vigor en 2027”. Alertó que “la ausencia de regulaciones globales aumentará los costos” y fomentará fragmentación y múltiples precios de emisiones, mientras “la incertidumbre prolongada pospondrá las inversiones y disminuirá la confianza en la OMI”. Asimismo, recalcó su neutralidad tecnológica: “No se ha excluido ningún combustible o tecnología específica”, y confió en propuestas sobre “la recompensa, la certificación del combustible, las emisiones de pozo a despertar o el fondo” para aportar certidumbre y avanzar.