MADRID. “La estrategia de España no es solo normativa; es un elemento de planificación política. No se trata únicamente de cumplir exigencias externas, sino de crear un ecosistema nacional que permita al sector cumplir sus objetivos climáticos de forma realista y económicamente viable”, ha defendido Núñez.
En su intervención, ha subrayado que el marco español buscará no solo acompañar, sino coordinar a todos los agentes implicados en la cadena logística: desde armadores y operadores portuarios hasta los propios ministerios, reguladores energéticos y autoridades ambientales. En este sentido, “nuestra intención es tener aprobado el Plan de Descarbonización cuanto antes”.
Este Plan incluye objetivos climáticos claros a largo plazo, medidas de apoyo económico (directas o vía incentivos fiscales/regulatorios), líneas tecnológicas abiertas que se adapten a distintos tipos de flotas y escalas de operación, mecanismos de coordinación institucional e intermodal.
Según Núñez, el plan está diseñado para ofrecer previsibilidad al sector en un entorno de profunda incertidumbre, tanto en lo técnico como en lo económico: “Queremos definir un marco que sirva de guía a largo plazo, pero que también sea lo suficientemente flexible como para adaptarse al avance de tecnologías que hoy todavía no están maduras”, explica.
Por otro lado, uno de los aspectos más delicados abordados por Núñez ha sido la brecha entre la velocidad del avance normativo y la capacidad real del sector para asumir riesgos tecnológicos. A diferencia de otros modos de transporte, el marítimo tiene particularidades como flotas con vidas útiles de 25 a 30 años, infraestructuras energéticas específicas en cada puerto y costes de inversión muy elevados en tecnologías aún no probadas a gran escala.
Por ello, el secretario ha defendido la necesidad de crear mecanismos que ayuden a distribuir los riesgos de esa transformación: ”Hay que evitar que las navieras tengan que asumir sobrecostes inasumibles frente a un combustible alternativo cuyo suministro no está asegurado ni es competitivo frente al convencional”.